
El trenecillo rojo
Los vagones rojos serpentean por las altas montañas suizas descubriendo paisajes inalterados y pueblos con mucho encanto. La línea Albula-Bernina une las localidades de Thusis, en el cantón de los Grisones, y Tirano, ya en Italia. Construida entre 1903 y 1910, la ruta es una combinación excelente de tecnologíay paisaje, ya que a lo largo de sus 133 kilómetros atraviesa 196 puentes, algunos de ellos a gran altura, y 56 túneles.
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Suiza es un país de trenes. Su geografía alpina se puede recorrer a través de numerosas líneas férreas, muchas de las cuales fueron construidas a principios del siglo XX para impulsar el desarrollo de un turismo incipiente y de la economía del país. Los ferrocarrilesde las regiones deAlbula y Bernina, perfectamente conservados, son un magnífico ejemplo de la época de apogeo de la construcción ferroviaria alpina y que aún hoy están operativos. Tanto por su avanzada tecnología y el impacto que han tenido sobre la población, así como también por sus cualidades étnicas y paisajísticas, la Unesco los declaró Patrimonio de la Humanidad en 2008.