Un grupo de científicos ha desarrollado una piel electrónica de nueva generación que podría revolucionar completamente el modo en que estamos conectados con nuestro entorno y con nosotros mismos, pues en el futuro este tipo de pieles podrían detectar vibraciones imperceptibles para el ser humano e incluso podrían llegar a compartir y almacenar los datos registrados en la nube a través de Wi-Fi.