Unas investigaciones financiadas por National Geographic Society en Huanchaquito-Las Llamas, en la costa norte de Perú, sacaron a la luz los restos esqueléticos de más de 140 niños y niñas y más de 200 llamas que, con toda probabilidad, fueron sacrificados durante un ritual acaecido entre 1400 y 1450, antes de la llegada de Cristóbal Colón a América. El dramático suceso ha sido enmarcado en la cultura chimú, a la sombra de Chan Chan, la floreciente capital del reino chimú, cuyas ruinas se encuentran a menos de un kilómetro de distancia. Hay constancia de eventos sacrificiales humanos entre los aztecas, mayas e incas gracias a las crónicas coloniales españolas y a las excavaciones científicas modernas, pero "el descubrimiento de un evento sacrificial infantil a gran escala en la poco conocida y precolombina civilización chimú no tiene precedentes en el continente americano y puede que tampoco en el mundo entero", afirmaba Kristin Romey, la autora de un artículo publicado en abril sobre el tema, una exclusiva de National Geographic. "La gente sacrifica lo que más valora. Puede que vieran que el sacrificio adulto era ineficaz. Continuaron las lluvias [que anegaban las infraestructuras agrícolas de los chimúes]. Puede que hubiera la necesidad de probar un nuevo tipo de víctima sacrificial", explicaba Haagen Klaus, un antropólogo de la Universidad George Mason. Más información aquí.
Foto: Gabriel Prieto / National Geographic