Una de las peores sequías registradas en el país africano en las últimas décadas ha provocado la muerte de cientos de elefantes, cebras, ñus, jirafas y otros animales salvajes. Además, la población local está sufriendo el azote del cambio climático llevando a miles de familias a una situación de serio peligro. Por suerte, las lluvias de la última semana han mejorado ligeramente las condiciones en la zona.