Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), de la Universidad de Granada y de la Universidad de Valencia han descrito recientemente los restos de un pequeño mamífero marsupial de la especie Amphiperatherium frequens hallados en varios yacimientos de la cuenca Ribesalbes-Alcora de Castellón, en las localidades de Mas d’Antolino, Mas de Torner y Barranc de Campisano. Los restos recuperados son nueve dientes datados en unos 16 millones de años de antigüedad. Hasta ahora se creía que la distribución europea de este pequeño animal ya extinguido, pariente de las actuales zarigüeyas, se circunscribía al centro de Europa, en los actuales territorios de Francia, Suiza, Alemania, República Checa y Austria. Nunca se habían encontrado restos más al sur, y por este motivo el hallazgo abre nuevos interrogantes sobre la biología y el área de dispersión de esta especie.
«Actualmente solo encontramos marsupiales en Australia y en algunas regiones del continente americano. En Europa desaparecieron gradualmente hace entre 65 y 23 millones de años, después de que una clara superioridad adaptativa de los mamíferos placentarios les fuese arrebatando los nichos ecológicos que ocupaban. Sin embargo, el pequeño Amphiperatherium frequens logró sobrevivir unos cuantos millones de años más y consiguió instalarse en tierras bastante más meridionales», explica Marc Furió, uno de los autores del estudio e investigador del ICP. Ahora los paleontólogos intentarán averiguar cómo lo hizo y cómo fue la vida del último marsupial europeo en unas tierras mucho más cálidas que la de sus congéneres contemporáneos. —Eva van den Berg/Evalúa
Foto: Óscar Sanisidro