Esta es la historia de Thunderbird, aunque podría ser la historia de muchas otras como ella. Esta tortuga boba -Caretta caretta- escapó de la pesca fantasma en el Mediterráneo y, de confirmarse nuestras peores sospechas, ha terminado siendo objeto de la captura accidental de la flota de pesca industrial en Senegal. Gracias a un dispositivo de seguimiento vía satélite del Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Balears -ICTS SOCIB-, hemos podido acompañar a Thunderbird en su extraordinario viaje, de más de 6.000 km a lo largo de 7 meses, descubriendo algunas de las principales amenazas a las que se enfrentan las tortugas marinas y otras especies de megafauna marina a lo largo de su vida. Hoy como cada día, pero con motivo especial del Día Mundial de las Tortugas Marinas, Thunderbird nos recuerda que las artes de pesca fantasma y la pesca accidental continúan acechando.
El enredo en escombros y en artes de pesca fantasma se está convirtiendo en la principal amenaza para las tortugas marinas en el Mediterráneo Central
Fue la tripulación de la Fundación Save de Med, a bordo del Toftevaag, un pesquero histórico noruego construido en 1910 que desde hace 32 años se dedica a la investigación para la conservación del Mediterráneo, quien descubrió a Thunderbird, la hembra de tortuga boba protagonista de esta peligroso viaje, enredada entre los restos de un objeto flotante en aguas de Mallorca el verano pasado. No eran los restos de un objeto cualquiera, sino que se trataba de un aparejo rudimentario de pesca que se deja flotando a la deriva y forma parte de lo que se conoce como pesca fantasma. Tras la reducción de la captura accidental en la pesca con palangre a lo largo de los años, el enredo en escombros y en artes de pesca fantasma se está convirtiendo en la principal amenaza para las tortugas marinas en esta zona del Mediterráno. Las inscripciones arábigas observadas en las botellas de plástico utilizadas para construir estos aparejos, y las simulaciones basadas en las corrientes marinas apuntan a que estos aparejos se originan en el norte de África.
Foto: Save the Med
Tras ser atendida y pasar por el centro de recuperación de la Fundación Palma Aquarium, Thunderbird fue liberada de nuevo en aguas de Mallorca. En esta ocasión, equipamos a Thunderbird con un dispositivo de seguimiento vía satélite del Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares -ICTS SOCIB-, en el marco del programa “Tortugas Oceanógrafas”, en colaboración con la ONG Alnitak, la Fundación Palma Aquarium y la Universidad de Exeter, y con el apoyo del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas -NMFS- de la NOAA. Los dispositivos de seguimiento no solo aportan información en tiempo real sobre los movimientos de las tortugas, sino que también recogen datos de profundidad y temperatura del mar, como cualquier otro instrumento oceanográfico, que contribuyen a mejorar su comprensión y conservación.
La información que obtenemos gracias a estos dispositivos nos permite entender mejor el comportamiento de las inmersiones de las tortugas, a la vez que los datos de temperatura nos sirven para mejorar los modelos numéricos existentes sobre el clima marítimo. Así, sabemos que Thunderbird llegó a bucear hasta los 209 m de profundidad al poco tiempo de haber sido liberada. La trayectorias y datos de profundidad y temperatura de esta y otras tortugas marinas se pueden seguir desde el visor web de la ICTS SOCIB.
La vida entre el Mediterráneo y el Atlántico
La mayoría de las tortugas juveniles marcadas alrededor de las Islas Baleares, se quedan nadando en lo que conocemos como cuenca Argelina (mar Mediterráneo occidental), donde permanecen alimentándose hasta alcanzar la madurez y emprender su migración hacia las zonas de puesta. Mientras que una parte de las tortugas tienen su origen en las costas atlánticas de Florida o el Caribe, otra parte de las tortugas procede del Mediterráneo oriental. Estas últimas, emprenden su camino a través de la única vía de salida posible hacia el Atlántico: el estrecho de Gibraltar.
El mar de Alborán supone uno de los puntos más delicados que ha de sortear una tortuga boba mediterránea en su migración hacia el océano Atlántico
Con la llegada del otoño, el momento de emprender esa migración también llegó para Thunderbird, de manera que decidió adentrarse hacia el mar de Alborán, camino al Estrecho de Gibraltar. Allí, aparecieron las primeras señales de alarma, ya que el mar de Alborán constituye una zona desafiante por sus fuertes corrientes, alta densidad de tráfico marítimo y elevada actividad pesquera, lo que supone un alto riesgo para una tortuga marina. Desde Mediterranean Ghost FADs, una red de colaboración creada para abordar la problemática de la pesca fantasma en el Mediterráneo, alertamos a los colaboradores locales ante posibles varamientos o capturas accidentales de Thunderbird. La colaboración fue clave cuando las posiciones captadas por el satélite sugerían un posible varamiento de la tortuga en el Cabo de Tres Forcas, de manera que un equipo de voluntarios de la ONG de Marruecos AZIR se movilizó para patrullar las costas de esa zona del litoral marroquí. Afortunadamente, fue una falsa alarma y Thunderbird siguió su periplo a lo largo del mar de Alborán.
Después, tras esperar las condiciones adecuadas, Thunderbird superó el estrecho de Gibraltar para adentrarse en el Atlántico. Pero, sorprendentemente, la tortuga no se dirigió hacia América, sino que nadó hacia el sur, a lo largo de la costa de África occidental. El hecho de que Thunderbird se desplazase hacia África occidental se explica porque una pequeña parte de las tortugas presentes en el Mediterráneo occidental provienen del archipiélago de Cabo Verde, donde vuelven una vez se hacen adultas.
Los múltiples desafíos de un quelónido
Tras sortear diferentes zonas de elevada presión pesquera, las alarmas volvieron a sonar cuando perdimos la pista de la marca satelital de Thunderbird durante unos días en febrero de este año en aguas de Senegal. Las señales recibidas por satélite se volvieron erráticas. La pérdida de señal podía deberse a varias causas como el agotamiento de la batería o desprendimiento del dispositivo del caparazón del animal. Tras comprobar que el dispositivo de seguimiento de Thunderbird estaba en buen estado mediante los datos recibidos en tiempo real, estudiamos la hipótesis de una posible captura accidental por parte de la flota pesquera. Para ello, utilizamos el portal Global Fishing Watch, con el que descubrimos que la última posición e inmersión registrada de Thunderbird se encontraba en una zona de pesca de arrastre de aguas de Senegal. Días más tarde, la posición del dispositivo apareció en tierra, cerca de un importante puerto pesquero en Dakar, sugiriendo de nuevo que un pescador había transportando el dispositivo satelital al puerto.
En colaboración con socios de Senegal, hemos intentado contactar con la embarcación que posiblemente capturó accidentalmente a Thunderbird, con la esperanza de encontrar más información sobre su destino. Sin embargo, hasta ahora, no hemos podido saber si Thunderbird fue liberada viva después de la captura o murió como consecuencia de la captura accidental.

Ahora, en el marco de un proyecto financiado por la Fundación MAVA y dirigido por la Universidad de Barcelona y Birdlife International, estamos combinando las trayectorias de tortugas y aves marinas con los movimientos de los buques de pesca para evaluar y reducir sus capturas accidentales en África occidental, donde existe una elevada presión pesquera. Estamos trabajando con socios locales y compañías pesqueras para adaptar las artes y métodos de pesca, además de identificar los puntos calientes de captura accidental, para minimizar sus impactos en una amplia gama de especies y ecosistemas marinos, y así lograr que la historia de Thunderbird se convierta en una anécdota.
* David March es investigador de la Universidad de Exeter, la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad, especializado en ecología y conservación marina