Después de décadas de búsqueda, un equipo de científicos finalmente ha logrado encontrar la erupción que desencadenó alrededor del año 539 d.C. uno de los periodos de enfriamiento global más acusados de los últimos 2.000 años. Los resultados de la investigación se recogen en el artículo titulado Radiocarbon and geologic evidence reveal Ilopango volcano as source of the colossal ‘mystery’ eruption of 539/40 CE, el cual ha sido recientemente publicado en la revista especializada Quaternary Science Reviews.

La explosión fue 100 veces más potente que la erupción del Monte St. Helens en 1980 y varias veces mayor que la erupción del Monte Pinatubo en 1991; las temperaturas descendieron muy por debajo del promedio del hemisferio norte, hasta 2,2 grados centígrados y desencadenaron el fracaso de los cultivos, la hambruna e incluso la aparición de la peste bubónica. El evento, en el cual se liberaron 40.5 kilómetros cúbicos de roca fundida y el cual representa una de las mayores erupciones volcánicas de la Tierra en los últimos 7.000 años, fue bautizado por los científicos como la Tierra Blanca y Joven (TBJ).

Así, los relatos históricos narran como una niebla espesa y oscura minó la luz del sol provocando la muerte de cultivos y de una parte de la vegetación, algo de lo que los científicos han encontrado una equivalencia en los registros de hielo del hemisferio norte, en Groenlandia y la Antártida, donde la mediciones de sulfato se elevan para las fechas que corresponden a las erupciones mencionadas.

Un volcán inactivo actualmente

Hasta el momento se desconocía el origen del fenómeno, no obstante ahora los investigadores acaban de averiguar que dicho evento fue causado por el conocido como Volcán Ilopango, localizado en El Salvador e inactivo en la actualidad.

El trabajo dirigido por el geólogo Robert Dull de la Universidad Luterana de California ayuda a comprender un misterio geológico que llevaba años desconcertando a los expertos en la materia. De hecho gracias a los datos obtenidos, los investigadores han podido comprobar que, más que de un evento volcánico, se trató de sendas erupciones de dos volcanes diferentes y espaciadas 4 años en el tiempo. La primera probablemente ocurrió en Islandia o América del Norte y la segunda y más potente correspondió a la erupción del Ilopango.

La fecha exacta de la erupción

Para determinar la fecha de este cataclismo, los científicos se sirvieron de las secciones del tronco de 3 de árboles rescatados de entre las cenizas del volcán encontradas a unos 25 y 30 kilómetros del lago actual que cubre la caldera del Ilopango. Los árboles de madera dura tropical, probablemente murieron después de ser envueltos por los fuertes vientos huracanados cargados de cenizas, gases y piedra pómez procedentes de la erupción. Posteriormente en el laboratorio, los investigadores estimaron las edades de diferentes partes de a través del conteo de sus anillos y a través de la datación con carbono 14, estimaron que dichos árboles murieron entre el año 500 y 545 d.C., lo que ayudaría a explicar el enfriamiento y la hambruna acaecida en torno a la fecha, e incluso podría arrojar luz en tanto al misterioso descanso temporal en la construcción de monumentos por parte de los mayas.