Las nubes son, probablemente, el fenómeno meteorológico más frecuente del cielo. Las hay de muchos tipos, formas, texturas e incluso colores. Formadas por los ascensos de las masas de aire y la condensación del vapor de agua, las nubes pueden indicar situaciones de tiempo estable, desarrollos bruscos de tormentas o fuertes vientos en la atmósfera. Estas son las más curiosas y llamativas que suelen aparecer sobre nuestras cabezas.