Las mejores fotografías de naturaleza del Wildlife Photographer of the Year 2020

La naturaleza en su estado más puro y la concienciación sobre la importancia de la conservación de nuestro entorno natural se tornan imagen en este certamen fotográfico

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Héctor Rodríguez
Héctor Rodríguez

Editor y periodista especializado en ciencia y naturaleza

Hace ya algo más de medio siglo que el Museo de Historia Natural de Londres organiza el concurso Wildlife Photographer of the Year, ya consolidado como uno de los más prestigiosos del mundo y en el que la máxima para recibir un galardón reside en la destreza y sapiencia de los fotógrafos para retratar el comportamiento animal y plasmar la diversidad de la naturaleza.

Sin embargo, las imágenes seleccionadas por el jurado en este concurso no solo buscan transmitir la belleza de la naturaleza en su estado más puro, sino también concienciar sobre el respeto a la vida natural y fomentar el conocimiento más allá de eslóganes publicitarios sobre el medio ambiente a la vez que denunciar los excesos pertrechados conta la misma naturaleza. Erigiéndose como uno de los altavoces más importantes a nivel mundial para denunciar las amenazas a las que hoy se enfrenta la biodiversidad, decir que el Wildlife Photographer of the Year es un concurso de fotografía sería quedarse muy corto, por lo que para que podáis juzgar con criterio propio en esta galería os mostramos a los ganadores de su última edición: 

A Mean Mouthful

Foto: Sam Sloss / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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A Mean Mouthful

Fotografía ganadora en la categoría:11-14 Years

En unas vacaciones al norte de Sulawesi, Indonesia, Sam se detuvo para observar el comportamiento de un grupo de peces payaso mientras nadaban con patrones frenéticos y repetidos dentro y fuera de su guarida, una magnífica anémona. Estaba intrigado por la expresión de un individuo cuya boca estaba constantemente abierta sosteniendo algo. Los peces payaso son muy territoriales y viven en pequeños grupos dentro de una anémona. Los tentáculos de la anémona protegen al pez payaso y sus huevos de los depredadores gracias a que el pez payaso desarrolla una capa especial de moco para evitar ser picado por la primera. A cambio, los inquilinos se alimentan de escombros y parásitos dentro de los tentáculos y airean el agua a su alrededor a la vez que disuaden a otros peces de alimentarse de la anémona.. En lugar de seguir al pez en movimiento en su visor, Sam se colocó donde sabía que volvería al encuadre. Cuando descargó las fotos en su casa vio pequeños ojos asomando por su boca del pez payaso. Era un ejemplar de Cymothoa exigua, un isópodo parásito que nada a través de las branquias y se adhiere a la base de la lengua de estos peces alimentándose de su sangre. La imagen de Sam, una recompensa a su curiosidad, captura tres formas de vida muy diferentes y sus vidas entrelazadas.

Nikon D300 + 105mm f2.8 lens; 1/250 sec at f18; ISO 200; Nauticam Housing + two INON Z-240 strobes.

The Fox that Got the Goose

Foto: Liina Heikkinen / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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The Fox that Got the Goose

Fotografía ganadora en la categoría: 15-17 Years

Fue en unas vacaciones de verano en Helsinki que Liina, que entonces tenía 13 años, se enteró de que una gran familia de zorros vivía en los alrededores de la ciudad, en la isla de Lehtisaari. La isla tiene áreas boscosas y ciudadanos tolerantes con los zorros, por lo que estos están relativamente acostumbrados a los humanos. Liina y su padre pasaron un largo día de julio, sin esconderse, mirando a los dos adultos y sus seis grandes cachorros que, aunque más delgados, eran casi del tamaño de sus padres. Eran las 7 de la tarde cuando empezó la emoción con la llegada la madre zorro con un ganso en las fauces. Las plumas volaron cuando los cachorros comenzaron a pelear por él. Uno finalmente ganó su propiedad. Arrastrando al ganso a una grieta, el cachorro intentó comerse su premio mientras bloqueaba el acceso a los demás. Tumbada a solo unos metros de distancia, Liina pudo enmarcar la escena y capturar la expresión del joven mientras intentaba mantener a raya a sus hermanos hambrientos.

Nikon D4 + 28–300mm f3.5–5.6 lens; 1/125 sec at f5.6 (-0.3 e/v); ISO 1600

The Embrace

Foto: Sergey Gorshkov / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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The Embrace

Fotografía ganadora en la categoría: Animals in their Environment y ganadora absoluta de la competición

Con una expresión de puro éxtasis, una tigresa se abraza un antiguo abeto de Manchuria, frotando su mejilla contra la corteza para dejar secreciones de sus glándulas olfativas. Se trata de una tigresa de Amur, o siberiana que habita en el Parque Nacional Tierra del Leopardo, en el Lejano Oriente Ruso. Esta especie, ahora considerada la misma subespecie que el tigre de Bengala, se encuentra solo en esta región, y cuenta con un pequeño número de ejemplares que sobreviven en la frontera de China y posiblemente otros tantos en Corea del Norte.

Cazados casi hasta la extinción durante el siglo pasado, la población de tigres de Amur todavía está amenazada por la caza furtiva y la tala, que también afecta a sus presas, principalmente ciervos y jabalíes. No obstante, censos recientes aún no publicados oficialmente y realizados con cámaras trampa indican que una mayor protección de la especie puede haber dado como resultado un aumento de sus poblaciones hasta los 500 o 600 ejemplares, un aumento que se espera que se confirme en un censo formal futuro.

Las bajas densidades de presas significan que los territorios de los tigres son enormes. Sergey sabía que sus posibilidades eran escasas, pero estaba decidido a tomar una fotografía del animal tótem de su tierra natal siberiana. Buscando señales en el bosque, concentrándose en árboles a lo largo de rutas regulares donde los tigres podrían haber dejado mensajes (olor, pelos, orina o marcas de rasguños), instaló su primera cámara trampa en enero de 2019 frente a este gran abeto. Pero no fue hasta noviembre que logró la imagen que había planeado, la de una magnífica tigresa en su entorno forestal.

Nikon Z-7 + 50mm f1.8 lens; 1/200 sec at f6.3; ISO 250; Cognisys camera-trap system.

The Pose

Foto: Mogens Trolle / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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The Pose

Fotografía ganadora en la categoría: Animal Portrait

Un joven mono narigudo ladea ligeramente la cabeza y cierra los ojos. Unos inesperados párpados azul pálido ahora complementan su cabello castaño rojizo inmaculadamente peinado. Posa durante unos segundos como si estuviera meditando. Es un visitante salvaje de la estación de alimentación Labuk Bay Proboscis Monkey Sanctuary en Sabah, Borneo; "el personaje más relajado", dice Mogens, que ha estado fotografiando primates en todo el mundo durante los últimos cinco años.

En algunas especies de primates, el color de los párpados juegan un papel importante en la comunicación social, pero su función en los monos narigudos es incierta. El aspecto más distintivo de este joven, sentado al margen de su grupo de solteros, es, por supuesto, su nariz. A medida que madura, esta indicará su estatus social y estado de ánimo (las narices de las hembras son mucho más pequeñas). De hecho, crecerá tanto que le quedará colgando sobre la boca y es posible que incluso necesite apartarla para comer.

Los monos narigudos se encuentran solo en la isla de Borneo y aledañas y están en peligro de extinción. Se alimentan principalmente de hojas (junto con flores, semillas y frutos inmaduros), dependen de bosques amenazados cerca de los cursos de agua o de la costa y, al ser relativamente letárgicos, son fácilmente cazados para obtener alimento y piedras de bezoar (una secreción intestinal utilizada en la medicina tradicional china).

Canon EOS-1D X + 500mm f4 lens; 1/1000 sec at f7.1; ISO 1250; Manfrotto tripod + Benro gimbal head.

Life in the Balance

Foto: Jaime Culebras / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Life in the Balance

Fotografía ganadora en la categoría: Behaviour: Amphibians and Reptiles

Una rana de cristal de Manduriacu se alimenta de una araña en las estribaciones de los Andes, en el noroeste de Ecuador. Como grandes consumidores de invertebrados, las ranas de cristal juegan un papel clave en el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas. Esa noche, la determinación de Jaime de compartir su pasión por ellos lo había llevado a caminar durante cuatro horas bajo una intensa lluvia y a través del bosque para llegar hasta varios arroyos en la Reserva Manduriacu. Sin embargo, las ranas eran esquivas y el aguacero se hacía cada vez más pesado. Al volver, se emocionó al ver una pequeña rana aferrada a una rama, con los ojos como mosaicos relucientes. No solo estaba comiendo (había fotografiado ranas de vidrio comiendo solo una vez antes) sino que también era una especie recién descubierta. Distinguida por las manchas amarillas en su espalda y la falta de membranas entre los dedos, la rana de Manduriacu se encuentra solo en este pequeño área que, aunque se trata de una privada, está seriamente amenazada por las actividades mineras permitidas por el gobierno (minería a cielo abierto de oro y cobre), así como la tala ilegal, por lo que, ya recién descubierta, el nuevo anfibio se considera en peligro crítico de extinción. Con la serenata de un coro de ranas bajo una lluvia torrencial, Jaime sostuvo un paraguas y un flash con una mano par con la cámara en la otra capturar la primera imagen de esta especie alimentándose.

Sony ILCE-7M3 + 90mm f2.8 lens; 1/100 sec at f16; ISO 320; Yongnuo flash + trigger; softbox.

Great Crested Sunrise

Foto: José Luis Ruiz Jiménez/ Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Great Crested Sunrise

Fotografía ganadora en la categoría: Behaviour: Birds

Después de varias horas sumergido hasta el pecho en una laguna cerca de Brozas, en el oeste de España, José Luis capturó este momento íntimo de una gran familia de somormujos. Su cámara flotaba en una plataforma en forma de U debajo de la pequeña tienda camuflada que también ocultaba su cabeza.

Los somormujos están en su momento más elegante de la temporada de reproducción: plumaje ornamentado, crestas en la cabeza, plumas del cuello que pueden abanicar en gorgueras, llamativos ojos rojos y picos teñidos de rosa. Construyen un nido de material vegetal acuático, a menudo entre juncos al borde de aguas poco profundas. Para evitar a los depredadores, sus polluelos abandonan el nido unas pocas horas después de la eclosión y se montan cómodamente en la espalda de sus padres. Aquí los polluelos vivirán durante las próximas dos o tres semanas, y serán alimentados tan rápido como sus padres puedan darles de comer. Incluso cuando un joven ha crecido lo suficiente como para poder nadar correctamente, seguirá alimentándose durante muchas más semanas hasta que emplume. Esta mañana, el padre que estaba a cargo del desayuno, después de perseguir peces e invertebrados bajo el agua, emergió con las plumas húmedas y una comida sabrosa, justo cuando ni un soplo de viento agitaba el agua, momento en el cual el polluelo de cabeza a rayas salió de su santuario con el pico abierto para reclamar el pescado. En luz tenue y reflejos apagados, José Luis supo revelar el fino detalle de estas graciosas aves y su atento cuidado parental.

Nikon D4S + 600mm f4 lens + 1.4x teleconverter; 1/800 sec at f6.3; ISO 500; floating hide.

When Mother Says Run

Foto: Shanyuan Li / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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When Mother Says Run

Fotografía ganadora en la categoría: Behaviour: Mammals

Esta rara imagen de una familia de gatos de Pallas, o manules, en las remotas estepas de la meseta de Qinghai-Tibet en el noroeste de China es el resultado de seis años de trabajo a gran altura. Estos pequeños felinos son normalmente solitarios, difíciles de encontrar y en su mayoría activos al amanecer y al anochecer. A través de la observación a largo plazo, Shanyuan sabía que su mejor oportunidad para fotografiarlos a la luz del día sería en agosto y septiembre, cuando los gatitos tenían tan solo unos meses y sus madres eran más atrevidas y decididas a cuidarlos.

Siguió a la familia mientras descendían a unos 3.800 metros de altura en busca de su comida favorita, las picas, unos pequeños mamíferos parecidos a conejos. El fotógrafo se escondió y las horas de paciencia fueron recompensadas cuando los 3 cachorros salieron a jugar mientras su madre vigilaba atenta a un zorro tibetano que acechaba cerca. Sus cabezas anchas y planas, con orejas pequeñas y de implantación baja, junto con su color y marcas, ayudan a los manules a mantenerse ocultos cuando cazan en campo abierto, y sus pelajes gruesos los mantienen vivos en los inviernos extremos. En el aire limpio, contra un fondo suave, Shanyuan captó sus expresiones en un momento poco visto de la vida familiar, cuando su madre había emitido una advertencia para que se apresuraran a regresar a la seguridad de la guarida. Sin embargo, su verdadera amenaza no son los zorros, sino la degradación y fragmentación de los pastizales esteparios en toda su área de distribución de Asia Central, causada por el pastoreo excesivo, la conversión de cultivos, la minería y la perturbación humana general, junto con el envenenamiento de sus presas y la caza, por su piel y como mascotas.

Canon EOS-1D X Mark II + 800mm f5.6 lens; 1/1250 sec at f11; ISO 640; Sirui tripod.

  A Tale of Two Wasps

Foto: Frank Deschandol / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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A Tale of Two Wasps

Fotografía ganadora en la categoría: Behaviour: Invertebrates

Este notable encuadre simultáneo de una avispa de arena de bandas rojas (izquierda) y una avispa cuco, a punto de entrar en un nido, es el resultado de una minuciosa preparación. La avispa cuco hembra (Hedychrum), de solo 6 milímetros de largo, parasita los nidos de ciertas avispas excavadoras solitarias, poniendo sus huevos en las madrigueras de sus anfitriones para que sus larvas puedan darse un festín con los huevos y larvas de sus anfitrionas.

La avispa de arena de bandas rojas, mucho más grande, pone sus huevos en su propia madriguera, que abastece con orugas para cuando cada una de sus crías eclosionen. El objetivo original de Frank era fotografiar la vibrante avispa cuco y sus colores resultado la refracción de la luz en su cutícula (lo suficientemente resistente como para resistir el ataque de las avispas que parasita). En un banco arenoso de un terreno abandonado cerca de su casa en Normandía, en el norte de Francia, localizó pequeñas madrigueras de avispas excavadoras adecuadas para los objetivos de las avispas cuco y a salvo de la incidencia directa del sol, lo que habría dejado pasar demasiada luz a la cámara. Luego instaló un rayo infrarrojo que, interrumpido por cualquier avispa, activaría el sistema de obturador ultrarrápido que había construido con un disco duro viejo y colocado frente a la lente (el obturador de la propia cámara habría sido demasiado lento). A pesar de la profundidad de campo extremadamente estrecha y los sujetos diminutos, capturó no solo la avispa cuco, sino también a la avispa de arena en una misma instantánea. Aunque estas dos especies no interactúan regularmente, Frank consiguió una composición perfectamente equilibrada de las rutas de vuelo fortuitas de los insectos hacia sus nidos.

Canon EOS 5D Mark II + 100mm f2.8 lens + close-up 250D lens + reverse-mounted lens; 5 sec at f13; ISO 160; customized high-speed shutter system; six wireless flashes + Fresnel lenses; Yongnuo wireless flash trigger; Keyence infrared sensor + Meder Reed relay + amplifier; Novoflex MagicBalance + home-made tripod

 Etna's River of Fire

Foto: Luciano Gaudenzio / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Etna's River of Fire

Fotografía ganadora en la categoría: Earth´s Environments

Desde un gran cortado en el flanco sur del Monte Etna, la lava fluye dentro de un enorme túnel, resurgiendo más abajo en la ladera como un río rojo incandescente velado por gases volcánicos. Para presenciar la escena, Luciano y sus colegas habían caminado durante varias horas por el lado norte del volcán, a través de vapor apestoso y sobre caóticas masas rocosas cubiertas de cenizas: los residuos de erupciones pasadas.

Un muro de calor marcó el límite de su acercamiento. Luciano describe el espectáculo que tenía ante él como hipnótico: "el respiradero se asemeja a una herida abierta en la piel rugosa y arrugada de un enorme dinosaurio", comenta.  Era 2017 y había estado en la cercana isla de Stromboli para fotografiar erupciones allí cuando escuchó la noticia del nuevo respiradero en el volcán más grande de Europa. Tomó el siguiente ferry esperando llegar a tiempo para ver el último espectáculo. El monte Etna, que se encuentra en el límite entre las placas continentales africana y euroasiática, ha estado en erupción continua durante casi 30 años. Lo que Luciano más quería capturar era el drama del río de lava fluyendo hacia el horizonte. La única forma de hacerlo era esperar hasta justo después del atardecer, 'la hora azul', cuando sombras contrastarían cubriendo la margen del volcán . 

Canon EOS 5D Mark III + 24mm f3.5 lens; 1 sec at f16; ISO 320; Leofoto tripod + ball head.

Watching You Watching Them

Foto: Alex Badyaev, Rusia / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Watching You Watching Them

Fotografía ganadora en la categoría: Urban Wildlife

Qué delicia para un biólogo que la especie que desea estudiar elija anidar al otro lado de su ventana. El mosquero cordillerano está disminuyendo en el oeste de América del Norte a medida que el clima cambiante provoca la reducción de los hábitats ribereños (ríos y otros corredores de agua dulce) a lo largo de sus rutas migratorias y en sus zonas de invernada en México. También resulta ser muy específico en la elección del lugar de anidación. En el frente de las Montañas Rocosas de Montana, normalmente anida en grietas y en los estantes de los cañones. Pero una pareja eligió establecer su nido en esta cabaña de investigación remota, tal vez para evitar la depredación. La hembra construyó el nido sobre la cabeza del marco de una ventana. Lo hizo con musgo, hierba y otros materiales vegetales y lo forró con fibras, pelo y plumas más finas. Para no molestar a los pájaros o atraer depredadores al nido, Alex escondió su cámara detrás de un gran trozo de corteza en un abeto antiguo apoyado contra la cabaña. Dirigió un flash para que la escena se iluminara y accionó el obturador de forma remota desde la cabina..

Canon EOS 5D Mark IV + 17mm f4 lens; 1/40 sec at f22; ISO 1600; Canon 430EX flash; remote release..

Blackroom Business

Foto: Paul Hilton / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Blackroom Business

Fotografía ganadora en la categoría: Wildlife Photojournalist Story Award

Un joven macaco de cola de cerdo sureño se exhibe encadenado a una jaula de madera en el mercado de aves de Bali, Indonesia. Su madre y las de los otros jóvenes en exhibición, habrían sido asesinadas. Los macacos de cola de cerdo son primates sociales enérgicos que viven en grandes comunidades en los bosques de todo el sudeste asiático. A medida que los bosques se destruyen, atacan cada vez más los cultivos agrícolas y son fusilados considerados como plaga. Luego, las crías son vendidas a una vida de confinamiento solitario como mascota, a un zoológico o para investigación biomédica. Habiendo convencido al comerciante de que estaba interesado en comprar el mono, Paul lo fotografió en la trastienda oscura con una exposición lenta. Gran parte de la vida silvestre ilegal en el mercado de aves al aire libre se comercializa en las áreas traseras. Los macacos se pueden vender legalmente, pero las especies prohibidas, como los orangutanes, se mantienen fuera de la vista en cajas. Estos mercados de animales facilitan el comercio ilegal internacional, abasteciendo bajo demanda lo que no está en stock.

Canon EOS-1Ds Mark II + 16–35mm lens at 16mm; 1/10 sec at f3.2; ISO 1600.

 

Show Business

Foto: Kirsten Luce/ Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Show Business

Fotografía ganadora en la categoría: Wildlife Photojournalism: Single Image

Con una mano levantada para indicar al oso que se ponga de pie y con la otra sosteniendo una caña, el entrenador dirige el espectáculo en la pista de hielo. Un bozal de alambre evita que el oso polar muerda, y una red de seguridad azul rodea la pista del circo. Es una vista impactante, no por el enorme depredador que se eleva sobre la pequeña mujer con su atuendo de patinaje sobre hielo, sino por la dinámica de poder desigual expresada por la postura del oso y el conocimiento de que no está actuando por elección propia. Pero para los visitantes del circo itinerante ruso, aquí en la ciudad de Kazán, es entretenimiento. Ignoran cómo se ha entrenado al oso polar y lo que podría soportar entre bastidores, incluido el hecho de que cuando no está actuando probablemente pasa la mayor parte del tiempo en una jaula de transporte. El oso polar es una de las cuatro hembras supuestamente capturadas en la Tierra Franz Josef de Rusia cuando tenían dos años ('abandonada', según el entrenador).  18 continúan actuando años después como propiedad del Circus On Ice, el único circo conocido en que actúan osos polares. Para la fotógrafa, que ha pasado un par de años informando sobre la explotación y el abuso animal, esta fue la más impactante y simbólica de todas las escenas de explotación que ha filmado.

Canon EOS 5D Mark IV + 70–200mm f2.8 lens; 1/500 sec at f4; ISO 2000.

Perfect balance

Foto: Andrés Luis Dominguez Blanco / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Perfect balance

Fotografía ganadora en la categoría: 10 Years and Under

En primavera, los prados cerca de la casa de Andrés en Ubrique, están llenos de flores. El fotógrafo había estado caminando por los alrededores durante unos días antes y observando algunas tarabillas cazando insectos, pero estas estaban al otro lado de la pradera. Andrés observa y escucha regularmente a estos pájaros que se extienden por todo el centro y sur de Europa. Algunos como los que rodean la casa de Andrés residen en el continente durante todo el año, otros hibernan en el norte de África. Un día, este le pidió a su padre que condujera hasta el prado y aparcara para poder usar el coche como escondite, arrodillarse en el asiento trasero y apoyado en el borde de la ventanilla, dispara su cámara. Estaba encantado de ver a las tarabillas volando cerca, posándose en cualquier tallo o rama para buscar gusanos, arañas e insectos. Ya era tarde y el sol se había puesto, pero parecía que la poca luz intensificaba los colores de los pájaros. Observó a este macho de cerca. A menudo aterrizaba en las ramas o en la copa de pequeños arbustos, pero esta vez se posó sobre el tallo de una flor, que comenzó a doblarse bajo su delicado peso. El pájaro mantuvo un perfecto equilibrio lo suficiente como para que Andrés encuadrara su perfecta composición.

Fujifilm X-H1 + XF 100–400mm f4.5–5.6 lens; 1/50 sec at f5.6; ISO 800

Eleonora's Gift

Foto: Alberto Fantoni / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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Eleonora's Gift

Fotografía ganadora en la categoría: Rising Star Portfolio

En los escarpados acantilados de una isla de Cerdeña, un halcón de Eleonora macho lleva la comida a su pareja. Se trata de un pequeño migrante, probablemente una alondra arrebatada del cielo mientras volaba sobre el Mediterráneo. Estos halcones de tamaño mediano eligen reproducirse en acantilados e islas pequeñas a lo largo de la costa mediterránea a finales del verano para coincidir con la migración otoñal masiva de las aves pequeñas que cruzan el mar en su camino hacia África. Los machos cazan a grandes altitudes, a menudo lejos de la costa. Fuera de la temporada de reproducción, y en días sin viento, cuando los migrantes que pasan son escasos, se alimentan de grandes insectos. Cuando los polluelos empluman por fin, todos se dirigen al sur para pasar el invierno en África, principalmente en Madagascar. Alberto observaba desde un escondite en la isla de San Pietro, desde donde podía fotografiar a los adultos en la cima de un acantilado.

Canon EOS 7D Mark II + 500mm f4.5 lens; 1/2000 sec at f7.1 (+1 e/v); ISO 800; hide.

The Last Bite

Foto: Ripan Biswas / Wildlife Photographer of the Year 2020 / Natural History Museum, London

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The Last Bite

Fotografía ganadora en la categoría: Wildlife Photographer of the Year Portfolio Award

Estos dos feroces depredadores no se encuentran a menudo. El escarabajo tigre gigante del río persigue a sus presas en el suelo, mientras que las hormigas tejedoras permanecen principalmente en los árboles. No obstante, si se encuentran, ambas han de tener cuidado. Cuando una colonia de hormigas fue a cazar pequeños insectos en el lecho de un río seco en la Reserva de Tigres de Buxa, en La India, un escarabajo tigre comenzó a eliminar algunas de las hormigas. Bajo el calor del sol del mediodía, Ripan yacía en la arena y se acercaba. Los ojos saltones del escarabajo destacan en la detección de presas invertebradas, hacia las que corre tan rápido que tiene que mantener sus antenas alineadas al frente para evitar obstáculos. Sus manchas de color naranja brillante, color estructural producido por múltiples capas reflectantes transparentes, pueden ser una advertencia para los depredadores de que usa veneno (cianuro) para protegerse. Con más de 12 milímetros de largo las hormigas tejedores empequeñecen a su lado. En su defensa una hormiga proporcionó un mordisco en la delgada pata trasera del escarabajo. El escarabajo se volvió rápidamente y, con sus mandíbulas grandes y curvas cortó a la hormiga en dos, pero la cabeza y la parte superior del cuerpo de la hormiga permanecieron firmemente unidas.  "El escarabajo seguía tirando de la pata de la hormiga '', dice Ripan, " tratando de deshacerse del agarre de la hormiga, pero no podía llegar a su cabeza '.

Nikon D5200 + lente Tamron 90 mm f2.8; 1/160 seg en f8; ISO 160; Flash anular Viltrox.