¿Por qué están desapareciendo tan rápido los lobos grises de las Montañas Rocosas? Es la pregunta que se hacen las organizaciones conservacionistas de Estados Unidos después de constatar que en los últimos meses han muerto más de medio millar de estos cánidos en esta gran cordillera de Estados Unidos. Una matanza nunca vista desde que estos animales estuvieran a punto de extinguirse en el siglo XX y que no solo amenaza con dinamitar un proyecto de décadas de duración para restaurar a estos depredadores en el paisaje, sino que, además, podría echar por tierra un proyecto de investigación a largo plazo sobre la distribución de estos animales en el Parque Nacional de Yellowstone. Los investigadores involucrados y los grupos conservacionistas piden a las autoridades que se replanteen las cacerías, culpables de la desaparición de cerca del 16% de todos los lobos que habitan en los tres estados.

“Un enorme revés”. Así ha calificado la noticia el biólogo de fauna salvaje Dough Smith, del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, director de un proyecto dedicado al estudio y la reintroducción de lobos grises en el Parque Nacional de Yellowstone que se inició en 1995. "Teníamos en Yellowstone uno de los mejores modelos para entender los comportamientos y la dinámica de una población de lobos no explotada por los humanos. Ahora haremos lo que podamos para mantener la ciencia, lo que nos queda de ella".

Cambio en la protección legal

Las matanzas de lobos en Estados Unidos son el resultado de un cambio en la protección legal de esta especie. Antes estos animales estaban protegidos por la Ley Federal de Especies en Peligro (ESA), pero hace más de 10 años el éxito de los esfuerzos de restauración llevó a las autoridades federales a suavizar las protecciones y dar a los gobiernos estatales una mayor participación en la gestión de la especie. Dado que el número de lobos en el norte de las Rocosas alcanzó los 3.100 ejemplares a finales de 2020, varios estados han legalizado o ampliado la caza. Por ejemplo, los legisladores de Montana fijaron el año pasado el objetivo de reducir las poblaciones del estado a "al menos 15 parejas reproductoras", el mínimo exigido por la ley, mientras que las normas estatales permiten la caza de hasta 20 ejemplares por temporada. Idaho también pretende reducir su población de lobos y no ha establecido límites de matanza, mientras que Wyoming casi ha alcanzado su objetivo de mantener solo 10 parejas reproductoras fuera de Yellowstone, un territorio protegido donde la caza está prohibida.

Lobos abatidos en una zona protegida

Aunque los biólogos estiman que las matanzas recientes no provocarán la extinción de los lobos en la región, el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos anunció en otoño del año pasado que iniciaría una revisión de 12 meses para determinar ‘si el aumento potencial de la mortalidad causada por el hombre podría ser una amenaza’ para la especie.

Lo que sí que provocarán las matanzas es un cambio en la estructura social de las manadas, algo determinante en una especie de hábitos gregarios, lo que a su vez podría repercutir en el estudio de Yellowstone, cuya investigación ha arrojado datos concluyentes sobre los beneficios que el regreso de estos cánidos tiene para la fauniflora del lugar, desde los sauces y los álamos norteamericanos hasta las poblaciones de pájaros cantores y carroñeros. Hasta el pasado 31 de enero, los cazadores habían acabado con la vida de hasta 24 de los cerca de 125 lobos que usaban en el estudio, incluidos cinco con collares de seguimiento.

Los cazadores habían acabado con la vida de hasta 24 de los cerca de 125 lobos que usaban en el estudio, incluidos cinco con collares de seguimiento.

No es la primera vez que los cazadores abaten lobos del Parque Nacional de Yellowstone, pero la gran matanza de este año “complica la investigación, ya que ahora tendremos que tener en cuenta los efectos confusos de la caza", explica Dan MacNulty, ecólogo de la Universidad Estatal de Utah, quien estudia cómo los lobos afectan a la red alimentaria de Yellowstone.

La lenta recuperación del lobo

¿Cómo afecta esta matanza a las manadas de lobos del parque nacional? ¿Qué repercusiones tendrá sobre otras especies? Es lo que planean los biólogos del Servicio de Parques de Estados Unidos. La semana pasada, el biólogo Dough Smith colocó collares de seguimiento a los animales de la zona norte del parque para comparar las tasas de reproducción de esta especie.Los datos, afirma, muestran que el tamaño de la manada puede afectar a la salud de las poblaciones. Las manadas con más de ocho individuos, afirma, son más resistentes a enfermedades como la sarna, pueden tener mayores tasas de depredación y son mejores en la defensa territorial." Smith cree que los lobos del parque tardarán 4 o 5 años en recuperarse.

Esperemos que para entonces no sea demasiado tarde.

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