El incierto futuro de los humedales en el Mediterráneo

Actualmente, millones de habitantes de las zonas costeras del Mediterráneo se ven amenazados por la crisis climática. Con el fin de concienciar a la población, el proyecto "A Flooded Future" simula cómo será el aumento del nivel del mar en los humedales mediterráneos durante las próximas décadas. Te mostramos el preocupante resultado en forma de gifs.

Actualizado a

La sobreexplotación, la pérdida de hábitat, la contaminación, el aumento de la temperatura o el incremento del nivel del mar causado por el cambio climático se traducen en una pérdida de biodiversidad sin precedentes. El Mediterráneo está comenzando a vivir una situación inhóspita y sus efectos ya se han hecho evidentes, siendo uno de los lugares donde más rápido aumentan las temperaturas: hasta un 20 % más rápido que en el resto del planeta.

Desde 1970, las costas del Mediterráneo han perdido más del 50% de sus humedales naturales, un alto porcentaje que aumentará con seguridad en los próximos años. A medida que el cambio climático y el crecimiento de la población continúan, salvar y restaurar lo que queda de estos hábitats únicos es una prioridad urgente. Con el fin de concienciar a la población sobre el cuidado y la importancia de los humedales mediterráneos, la organización Wetland-based Solutions a través del proyecto "A Flooded Future" invita a explorar con detalle tres casos para conocer cómo afectará en ellos la subida del nivel del mar en los próximos años.

Humedales 1

Imagen: Wetland Based Solutions

1 / 6

Ghar El Melh I

Algunas zonas húmedas han estado en uso constante durante miles de años, y siguen estándolo hoy en día. Un ejemplo vivo especialmente interesante de humedal mediterráneo con importancia histórica es el complejo de lagunas de Ghar el Melh, a 30 km al sureste de la ciudad de Bizerta (Túnez). La zona, que fue colonizada por los fenicios por su importancia estratégica como puerto, conquistada posteriormente por los romanos, los vándalos, los bizantinos, los árabes, los otomanos y los franceses, en la actualidad sigue proporcionando servicios ecosistémicos vitales a sus habitantes, así como un refugio para la biodiversidad.

Humedales 2

Imagen: WWF North Africa.

2 / 6

Ghar El Melh II

La zona de humedales de Ghar el Melh abarca más de 15.000 hectáreas e incluye una serie de hábitats que van desde bosques hasta sus reconocidas marismas y tierras agrícolas. Ghar el Melh se basa en un conjunto único de lagunas costeras separadas del mar por finos bancos de arena donde a día de hoy se mantiene la pesca y la agricultura tradicional. La supervivencia de este delicado ecosistema depende del mantenimiento de una buena circulación del agua dentro de los distintos subecosistemas, ya que se practica el sistema agrícola Ramli, un ingenioso método de cultivo en arena que se basa en las mareas para regar los cultivos con agua dulce de la lluvia.

Por primera vez en la historia, el futuro de sus humedales está en duda y es necesario actuar con urgencia para salvar el ecosistema de las crecientes presiones que ejercen los procesos naturales. El incremento del nivel del mar, unido al rápido desarrollo urbano por el turismo, está deteriorando el humedal y se estima que para el año 2100 el nivel del mar aumentaría un metro, suponiendo un hundimiento sin precedentes para la comunidad local.

Humedales 3

Imagen: Wetland Based Solutions

3 / 6

Bojana-Buna y Ulcinj I

La salina de Ulcinj (Montenegro) y el delta de Bojana-Buna (Montenegro y Albania) son espectaculares redes de hábitats de humedales costeros y de agua dulce interconectados. Las numerosas lagunas y entornos salinos y fluviales de la zona albergan una gran variedad de plantas y animales, destacando su importante labor para la pesca y la agricultura.

Humedales 4

Imagen: Wetland Based Solutions

4 / 6

Bojana-Buna y Ulcinj II

Debido a su ubicación, el delta de Bojana-Buna es muy sensible al cambio climático, y se ve amenazado no sólo por la subida del nivel del mar, sino también por la erosión costera y la crecida de los ríos. Para el año 2100 se estima que el nivel del mar suba hasta 620 milímetros y cuando sucedan inundaciones extremas, más de 5 metros de altura de tierra acabarán bajo el mar. Estos fenómenos crearán un "efecto dominó" de daños irreversibles en la economía, la seguridad alimentaria y la salud que obligará a los ciudadanos a hacer frente a múltiples crisis al mismo tiempo.

Para que la zona siga manteniendo su inmensa importancia, es necesario volver a gestionarlo activamente. Una campaña de conservación a largo plazo pretende conseguir una protección legal completa y una nueva gestión eficaz, creando al mismo tiempo ingresos sostenibles a través de la producción de sal, el turismo de vida silvestre y otras pequeñas oportunidades de negocio.

Humedales 5

Imagen: Wetland Based Solutions

5 / 6

Oristano I

Los humedales costeros de Oristano han sido fundamentales para la economía y la cultura de Cerdeña durante cientos de años. Los cursos de aguas cristalinas y las costas llenas de peces que rodean Oristano han permitido que la agricultura y la pesca, dos actividades especialmente adaptadas a los suelos fértiles, hayan creado un rico patrimonio en la zona. Los procesos naturales de los humedales proporcionaban agua limpia a los lugareños y los protegían de las inundaciones, al tiempo que creaban las condiciones ideales para que floreciera la biodiversidad.

Humedales 6

Imagen: MedSea

6 / 6

Oristano II

Sin embargo, con el paso de los años, los humedales de Oristano se han degradado gravemente. En gran medida se debe a la contaminación y el bloqueo de los cursos de agua, la fragmentación del hábitat, la pérdida de biodiversidad y la erosión, que provoca que el aumento de la intrusión de agua salada sea inevitable a medida que el calentamiento global provoca inundaciones costeras. Debido a esto, para el año 2100 se espera que el nivel del mar en la zona aumente hasta 840 milímetros. Para su recuperación es necesaria una repuesta coordinada, trabajando con las comunidades locales para mejorar el entorno de los humedales para que puedan volver a proporcionar los recursos necesarios para garantizar nuevos medios de vida sostenible.

La pérdida de los humedales mediterráneos se ha convertido en un problema tangible. Por ello, la construcción de una poderosa red de organizaciones expertas que trabajan para preservar y restaurar los humedales se ha convertido en una tarea esencial para encontrar soluciones que puedan difundirse en toda la costa mediterránea. Sin embargo, para garantizar su supervivencia es necesaria la colaboración de todos.