500 especies de anfibios de más de 60 países distintos están sufriendo esta auténtica pandemia anfibia en los últimos 50 años. Hasta ahora se sabía que la enfermedad de la quitridriomicosis, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, era realmente dañina para los animales, pero no se había analizado la tremenda magnitud de la tragedia.

Esa es, precisamente, una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo internacional de investigadores con participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales. El estudio, que se publica en la revista Science, revela que este hongo quitridio ha llevado a la extinción a unas 90 especies de anfibios y confirma que es la especie invasora más destructiva que se conoce, ya que ha provocado la mayor pérdida de biodiversidad asociada a una enfermedad en la historia del planeta. Sudamérica y Australia son, hasta la fecha, las regiones más afectadas.

El hongo quitridio ha provocado la mayor pérdida de biodiversidad asociada a una enfermedad en la historia del planeta

El artículo, liderado por la Universidad Nacional de Australia, ha recopilado toda la información existente hasta el momento y los resultados son realmente desalentadores. Patricia Burrowes, investigadora de la Universidad de Puerto Rico explica el análisis que han seguido los estudiosos: “en este estudio internacional hemos reunido y analizado toda la evidencia acumulada en los últimos años para revelar la verdadera dimensión del problema a nivel global”. Según explica Ben Scheele, científico de la universidad australiana a través de CSIC, “hemos perdido algunas especies realmente asombrosas. Conocer cuáles están en riesgo puede ayudar a dirigir la investigación futura para desarrollar acciones de conservación”.

¿Es culpable el ser humano?

Todas las actividades humanas tienen una repercusión en el medio ambiente. Desde la manera de movernos hasta los alimentos que consumimos afectan de una u otra manera al planeta. a este respecto Scheele apunta que "los seres humanos estamos moviendo animales y plantas por todo el mundo, provocando así la presencia de patógenos potencialmente peligrosos en áreas nuevas. La globalización y el comercio de especies silvestres son las principales causas que permiten que se mantenga la propagación de esta pandemia mundial”, apunta.

El hongo provoca una enfermedad muy virulenta que afecta a la fauna silvestre y está contribuyendo a la llamada Sexta Extinción masiva de especies en la Tierra

Sudamérica está llena de anfibios

De las casi 8.000 especies conocidas de anfibios, un tercio están en América. Las regiones tropicales de este continenten constituyen la zona del mundo con mayor diversidad de esta clase de vertebrados, y es a la vez la que más ha sufrido los efectos de la quitridiomicosis. “El efecto de la enfermedad en los Andes ha sido absolutamente catastrófico. Nuestros estudios ya habían revelado la posible extinción de varias especies y la disminución de muchas otras, sobre todo en los bosques andinos”, apunta Ignacio de la Riva, investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales y coautor del trabajo.

Así ataca el hongo los anfibios

Batrachochytrium dendrobatidis es el causante del declive generalizado y la extinción de especies de ranas y sapos en todo el mundo. Su origen está en Asia, donde las especies locales parecen no verse afectadas por la enfermedad que provoca. La quitridiomicosis ataca la piel de los anfibios e impide la correcta regulación del agua y los electrolitos generando un fallo cardiaco en los animales. En palabras de Scheele “se trata de una enfermedad muy virulenta que afecta a la fauna silvestre y está contribuyendo a la llamada Sexta Extinción masiva de especies en la Tierra”.

Los programas de conservación y nuevas técnicas de reintroducción en Australia han evitado la extinción de algunas especies. Sin embargo, según explican los propios investigadores, es realmente complicado eliminar el hongo de un ecosistema, en parte porque hay especies a las que la enfermedad no les afecta.

En este vídeo te mostramos algunas especies y cómo afecta a los anfibios:

Vídeo: CSIC

Anfibios en peligro de extinción