"Nunca me he aburrido de fotografiar elefantes", cuenta el fotógrafo de National Geographic Michael "Nick" Nichols, que ha estado documentando la vida de estos proboscídeos en las selvas tropicales y sabanas de África durante más de 20 años.

"Las fuertes relaciones sociales de los elefantes son lo que los hace especiales"

Aunque no se parezcan a los humanos en apariencia, son como nosotros: seres sociales, inteligentes, juguetones, emocionales y vulnerables. "Las fuertes relaciones sociales de los elefantes son lo que los hace especiales", dice Nichols.

“Ya sea durante un safari en África o en una visita al zoológico, la clave para tomar una buena fotografía de estos animales radica en comprender su comportamiento. Solo de este modo el instante capturado podrá convertirse en algo realmente mágico”, añade. Sin embargo, algunos pequeños trucos te ayudarán a conseguir la instantánea perfecta.

Sé paciente

Como bien cuenta Nichols, los elefantes son criaturas sociales, y si se tiene la oportunidad de contemplarlos en la naturaleza, antes de sacar la cámara de la funda merece la pena tomarse el tiempo necesario para ver como se desarrollan los acontecimientos.

Observa a los animales

"Los elefantes se reúnen en pequeños grupos familiares. Si ves a una cría, no te alejes de ella y pide a tu guía que se mantenga con la familia, porque, tarde o temprano, todos miembros de la manada querrán ver, oler e interactuar con el pequeño", afirma el fotógrafo. “Si pasas el día con ellos, te aseguro que algo mágico sucederá".

También es muy importante tener en cuenta a los grandes machos: "si te encuentras con dos ejemplares fuertes y corpulentos que se hallan cerca el uno del otro, con el tiempo se saludarán mutuamente frotándose los troncos . Es su manera de estrechar la mano y compartir el olor".

Abúrrete mientras ellos se divierten

A la hora de capturar una buena imagen la espera puede, y suele, resultar aburrida. Pueden pasar horas sin que pase nada en absoluto especial, sin embargo, llegado el momento, el tedio habrá merecido la pena.

Otra forma de obtener una gran fotografía es anticiparse a los acontecimientos y sorprender a los elefantes mientras juegan. “Sin duda el mediodía puede ser uno de los momentos más duros en la sabana. Es cuando los rayos del sol golpean con más rigor, pero a menudo es el lapso de tiempo en que los elefantes acudirán en busca de refresco y recreo a alguna charca de agua o lodo”, dice Nichols. Es la oportunidad perfecta.

El fotógrafo no es el protagonista

Como comenta Nichols, lo ideal es anticiparse a los acontecimientos por lo que siempre es mejor intentar llegar antes que los elefantes, de modo que, a medida que estos se acercan puedan ir acostumbrándose a una presencia extraña.

"Cuando se está fotografiando se trata de no tomar parte en la escena. Una buena fotografía no es aquella en que los animales interactúan con el fotógrafo, se trata de que las cosas sigan su curso sin que nuestra presencia tenga relevancia”, aconseja el fotógrafo.

Luces y sombras

Como ya sabrás a estas alturas, si lo que quieres es obtener una buena fotografía de estos increíbles animales, vas a tener que montar guardia durante un tiempo razonable en un mismo lugar, por lo que también es muy importante tener en cuenta la luz y tratar de adelantarse al movimiento del sol en el cielo. “Uno prefiere encontrarse en el lugar donde una bonita luz del ocaso adorne su fotografía, y no tener que lidiar con las sombras”.

Los elefantes, animales territoriales

Puedes acercarte a elefantes salvajes en un coche, pero no andando. “A Los elefantes no les gustan los seres humanos a pie”, advierte Nick, “por lo que las mejores opciones pasan por fotografiarlos desde un coche o un área elevada. Nunca hay que acercarse a un elefante, han de ser ellos los que acerquen a ti. Si se tiene esa suerte, es el momento perfecto para guardar el teleobjetivo y utilizar un gran angular”.

Si los elefantes asocian un olor con un peligro pasado tendrán dos opciones: o cargar contra lo que les asusta, o huir

Los elefantes por otro lado tienen una memoria… bueno, una memoria de elefante. Se guían por el olor, no por la visión, y si asocian un olor con un peligro pasado tendrán dos opciones: o cargar contra lo que les asusta, o huir; depende de la situación.

"Cuando los elefantes están habituados a los humanos (en coche), permitirán un acercamiento mayor si han visto el vehículo con anterioridad y reconocerán los olores que en el pasado no les han hecho daño". De hecho, el olor es tan importante que Nichols alguna vez usó la misma camiseta durante varios días con el mismo grupo de elefantes para que estos se acostumbraran a su olor.

Las herramientas de trabajo

Más allá de la imagen en si misma, el alma de una fotografía es la captura de un momento único, de un instante mágico. En este sentido, el fotógrafo lo tiene muy claro: “un teleobjetivo caro no es necesario para obtener una buena fotografía. Mientras que puede ser imprescindible para tomar imágenes a larga distancia como la plataforma de un árbol, lo que hará de tu fotografía una imagen única no es la calidad de tu lente, si lo que se esta desarrollando detrás de ella".

“Pero sobre todo, y lo mas importante, es que no es necesaria ninguna luz especial. De hecho los flashes de la cámara incomodan y agitan a los elefantes. Cuanto más aprendía sobre el comportamiento de estos animales, más me daba cuenta del estrés que les causaba”. Es su ultimo consejo, y lo ofrece a sabiendas de que una de sus fotografías más famosas, la de un elefante cargando contra varios fotógrafos en la República Centroafricana, la hizo con flash. Pero al fin y al cabo, lo que se obtiene de casi una vida dedicada al oficio, es eso, que se aprende de la experiencia.

Puedes conocer más sobre el trabajo de Nick Nichols en su sitio web.

Earth to Sky, es su libro sobre la vida y comportamiento de los elefantes africanos.