Discos de hielo
Este impresionante y poco común fenómeno natural con forma de disco suele aparecer en lagos donde las temperaturas son extremadamente frías. Si su aspecto ya de por si es curioso, la necesidad por conocer más sobre él aumenta cuando, tras observarlo, vemos que además gira sobre su eje central. Fueron muchas las teorías en torno a su formación, entre ellas la que proponía que el agua del río o lago generaba un efecto remolino alrededor de un fragmento de hielo que lo erosionaba poco a poco hasta hacer que sus bordes fueran lisos y circulares. Esta explicación es, en parte, cierta pero fue completada por un estudio en el año 2016 que añadía que los cambios de temperatura producían que el disco siguiera girando. El agua caliente tiene menos densidad que la fría, de forma que cuando el hielo se va derritiendo y hundiendo crea un vórtice bajo el disco que produce que este tenga una rotación.
Flores de hielo
A veces, en algunas de las regiones más frías del planeta, es posible observar grandes extensiones de hielo cubiertas por lo que parecen jardines helados. Tan curiosa obra de arte natural tiene su explicación en los vapores de agua que escapan entre las fisuras del hielo sobre el cual aparecen. Cuando esto ocurre ese vapor de agua entra en contacto con el aire frío ambiental y se congela. Este proceso, conocido como “nucleación” ocurre a temperaturas próximas a los -22ºC y hace que las flores de hielo crezcan verticalmente cuando ese aire húmedo va entrando en contacto con la escarcha formada. Además, como curiosidad, estas flores son saladas, ya que el hielo produce lo que se conoce como rechazo de salmuera, expulsando la sal a través de sus fisuras. Es precisamente esta sal la que sirve como base o “semilla” para que el proceso de cristalización de las flores comience. Se cree que estas flores heladas tienen una salinidad tres veces superior a la del agua de mar.
Burbujas de metano congeladas
Otro de los espectáculos más increíbles que nos podemos encontrar sobre ciertos lagos helados es el de la congelación de las burbujas de metano. Esto ocurre en lagos como el Lago Baikal, en Rusia—el mayor lago de agua dulce del mundo— o el lago Abraham, en Canadá.
Lo primero que debemos saber es que el metano es un gas incoloro, inodoro pero muy inflamable, además de uno de los gases de efecto invernadero. Se encuentra atrapado en muchos casos bajo el océano o grandes lagos, como es el caso de los anteriormente mencionados. En sus profundidades las plantas crecen y liberan metano que, durante los meses de invierno, se congela antes de llegar a la superficie, creando esta especie de burbujas petrificadas.
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Bolas de hielo
Otro de los fenómenos naturales más llamativos relacionados con el frío, es el de la aparición de esferas perfectas de hielo en la orilla de algunas playas durante el invierno. En este caso la acción combinada del frío con las olas juega un papel fundamental a la hora de erosionar el hielo. El proceso comienza con bloques de hielo sobre el mar o bien nieve en la orilla. Cuando las olas inciden sobre ellos, van moldeando los bloques de hielo o nieve creando, como ocurre en los ríos con los cantos rodados, esferas perfectas. Para que el proceso sea lo más sencillo posible la nieve en la playa debe ser blanca. Además, la temperatura del agua debe estar próxima al punto de congelación y contar con algo de pendiente en la orilla de la playa.
Carámbanos
Quizás sea el fenómeno más común de ver respecto a todos los anteriores. Más de una vez durante el invierno podemos observar como penden de los aleros de los tejados unas estructuras puntiagudas con forma de zanahoria o lágrima. Son los conocidos como carámbanos, pedazos de hielo que se forman cuando el agua que gotea de un objeto se congela después de producirse una helada. Como curiosidad la expresión “están cayendo chuzos de punta” se cree que deriva de la caída de estos objetos de las ventanas y tejados.
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Mar Gómez, ElTiempo.es