¿Qué animal tiene cabeza de jirafa, rayas de cebra, cuerpo de caballo y una lengua azul y tan larga que con ella puede limpiarse las orejas? Este herbívoro africano fue un acertijo para el mundo entero hasta que en 1901 se identificó como un nuevo género de jirafa: Okapia johnstoni. Hoy se cree que hay unos 15.000 ejemplares salvajes, aunque son difíciles de ver porque se esconden entre la penumbra de los matorrales. «Seguimos sin saber demasiado sobre ellos», dice Steve Shurter, del Centro de Conservación White Oak, entidad que dirige un criadero de okapis en Florida y colabora en la gestión de la Reserva de Vida Salvaje del Okapi de la República Democrática del Congo. La minería y la migración humana de la zona amenazan el hábitat crítico de este esquivo mamífero, que resiste en su callado misterio.