La única jirafa blanca adulta de Kenia y su cría han sido víctimas de la caza ilegal, según ha confirmado el Centro de Conservación Ishaqbini Hirola, la comunidad encargada de la preservación de esta especie en la zona. Tras meses sin avistar a ambos ejemplares en el santuario natural de Ijara, la organización publicó un comunicado en el que aseguraba haber encontrado ambos cuerpos en estado esquelético al haber sido presas de la caza ilegal.

Con la muerte de esta madre y su cría, una hembra de tan solo 7 meses, los conservacionistas estiman que solo queda con vida otra de las crías de esta excepcional jirafa blanca, un joven macho.

Estas jirafas presentaban una particularidad genética denominada leucismo que determinaba el color de su pelaje y que, a diferencia del albinismo, hace que los ojos y el resto de órganos y tejidos blandos mantengan su color normal. Esta condición no suponía ninguna desventaja directa para la supervivencia de estas jirafas blancas y, aunque estos dos ejemplares con leucismo no eran los únicos casos en el continente africano, esta anomalía genética sí que es muy excepcional. Durante los últimos años, únicamente en 2016 se produjo el descubrimiento de otra jirafa blanca en el Parque Nacional de Tarangire, en Tanzania.

Junto al joven macho que queda con vida, esta madre y su cría eran los únicos ejemplares conocidos en la zona con esta condición. "Es un día muy triste para Ijara y para toda Kenia. Somos la única comunidad en todo el mundo que conserva las jirafas blancas. Estas muertes suponen un duro golpe a los avances que había llevado a cabo la comunidad para la conservación de especies raras y únicas en el mundo", ha explicado el director del Centro de Conservación Ishaqbini Hirola, Mohammed Ahmednoor en un comunicado.

Dos jirafas blancas famosas

Los dos ejemplares saltaron a la fama en 2017 al ser avistados por un grupo de guardabosques que patrullaban por el condado de Garissa, que subieron un vídeo a YouTube haciendo gala del excepcional descubrimiento e indicaron la localización de las jirafas. En el vídeo, muchos de los comentarios temían por la vida de los ejemplares recién descubiertos, sospechando que atraería a muchos cazadores furtivos que seguirían la pista de las jirafas tras la confirmación de su existencia en la zona este de Kenia.

Dejando de lado el color de las jirafas, su muerte supone un nuevo varapalo para la conservación de las jirafas reticuladas (Giraffa reticulata), de las que tan solo quedan 11.000 ejemplares en todo el mundo. Esta especie amenazada ha sufrido un grave declive en su población durante las últimas décadas y se encuentra en la Lista Roja que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la principal autoridad mundial en la materia.

Más Sobre...
Especies