El delta del Okavango a vista de pájaro

En el corazón del continente africano, los meandros del Okavango trazan curvas serpenteantes que llenan de vida la cuenca de uno de los ríos más curiosos del planeta. Desde el aire, los protagonistas de este fascinante paisaje parecen cobrar vida.

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David Miranda

Periodista especializado en política internacional y naturaleza

Enclavado en el extremo norte de Botswana, el delta del Okavango es una caja de sorpresas por definición. Su extenso territorio abarca entre los 15.000 y los 22.000 kilómetros cuadrados, dependiendo de la estación del año. Esta variación, sin embargo, no se produce por arte de magia, sino que las crecidas de este río que nace en Angola y cruza la franja de Caprivi en Namibia hacen que el cauce de este río varíe a lo largo del año.

Sin embargo, pese a ser llamado así, la desembocadura del Okavango no es estrictamente un delta, sino que se trata más bien de un abanico aluvial de enormes dimensiones que se dispersa en el desierto del Kalahari. Es allí, a las puertas de este inmenso desierto, donde la Tierra reclama de vuelta su fuente de vida y el Okavango es absorbido tanto por infiltración como por evaporación, además del consumo de la fauna y de la flora de la zona.

Sus majestuosos paisajes sirvieron para que en 2014 la UNESCO eligiera esta región como Patrimonio de la Humanidad. La perspectiva aérea deja entrever las razones que dieron lugar a este prestigioso nombramiento.

Un delta de dimensiones colosales

Foto: Nasa/SPL/Cordon Press

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Un delta de dimensiones colosales

Desde una perspectiva privilegiada, los astronautas de la Estación Espacial Internacional pueden apreciar una vista del continente africano en la que destaca el magnífico delta del Okavango, justo antes de adentrarse en el territorio dominado por el desierto del Kalahari. 

Estación húmeda

Foto: AP Images

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Estación húmeda

A vista de pájaro se puede apreciar la cantidad de agua que cubre el delta del Okavango durante la estación húmeda, la época del año en la que más cantidad de lluvia se concentra, que comprende entre los meses de noviembre y abril. Sin embargo, de no tomar una vista aérea, desde los pies del Okavango la mirada se pierde en el horizonte en una llanura en la que grandes felinos de la talla de leones o leopardos tienen que agudizar sus técnicas para llenar el estómago.

Hileras de vida

Foto: Sergio Pitamitz / AP Images

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Hileras de vida

Como si de venas se tratase, las prolongaciones del río Okavango en tierra son inabarcables en tamaño, número y forma. Trazan sus caminos en mitad de las llanuras, desbordándose cada año de camino al Kalahari, para llenarlas de vida y dotar de agua y alimento a los miles de animales que llaman hogar a este rincón de África. 

Nuevas técnicas de caza

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Nuevas técnicas de caza

Para adaptarse a los condicionantes de un lugar tan especial, los depredadores más destacados del delta del Okavango han tenido que evolucionar sus técnicas de caza a la región en la que habitan desde hace años para optimizar cada esfuerzo y desarrollar métodos efectivos. Se han descrito comportamientos muy curiosos de grandes felinos en esta zona particular del planeta: tanto leones como leopardos de comunidades muy específicas han desarrollado la técnica de la pesca para conseguir alimento de un modo rápido y abundante debido a la zona pantanosa que origina el río en su delta.

 

 

El más grande de los mamíferos terrestres

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El más grande de los mamíferos terrestres

En el delta del Okavango, los elefantes africanos (Loxodonta africana) son algunas de las fuerzas de la naturaleza más poderosas. De tamaño inabarcable y firme caminar, se abren paso en las llanuras al abrigo de la familia, donde la unión es la clave para mantener al grupo alejado de los ávidos depredadores que habitan esta zona cercana al desierto del Kalahari.

Un caminante de altura

Foto: Sergio Pitamitz / AP Images

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Un caminante de altura

Retratada como un caminante en mitad de la nada, una jirafa (Giraffa Camelopardalis) se alza hasta sus más de 5 metros de altura para divisar el camino. Su estilizada silueta, debido en parte a la excepcional longitud de su cuello, contrasta con su inconmensurable peso: los ejemplares más grandes de la especie pueden llegar a pesar más de 1.500 kilos, convirtiéndolos sin duda en uno de los pesos pesados del Okavango.

Una vida en el delta

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Una vida en el delta

En las anegadas llanuras por las que transita el Okavango, la civilización se abre paso de camino a Maun, la capital de este delta de casi 20.000 kilómetros cuadrados. Una vista aérea de esta casa tradicional muestra claramente la predominancia de los tradicionales techos de paja mientras los lugareños trabajan el campo. La ciudad está enclavada en el sudeste del delta, en las inmediaciones de la zona inundable y a las puertas del desierto del Kalahari.

La procesión de cebras

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La procesión de cebras

Vestidas con su particular pelaje a rayas blancas y negras, varias cebras de Burchell (Equus quagga burchellii) cruzan una de las ramificaciones del río Okavango en el extremo sur de África. Descubierta por el naturalista británico William John Burchell por primera vez, esta subespecie de la cebra común se creía extinta desde 1918. Sin embargo, unas comprobaciones realizadas en el año 2004 llevaron a la evidencia de que  la cebra Equus quagga antiquorum y la de Burchell eran el mismo animal, por lo que su nomenclatura científico se unificó en la actual. 

Un alto en el camino

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Un alto en el camino

Un cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) busca la sombra en el humedal del Okavango. Es una de las cuatro especies de cocodrilo que habitan África y una de las más grandes del mundo, habiéndose registrado ejemplares de hasta 6 metros de largo y cerca de 700 kilos. No obstante, las medidas aproximadas para los ejemplares de la especie suelen rondar los 4 metros desde la cabeza hasta la cola.

Impalas a la carrera

Foto: Sergio Pitamitz / AP Images

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Impalas a la carrera

Conocidos por su gran atletismo, los impalas (Aepyceros melampus) suelen poblar en grupos el delta del Okavango, así como el resto de África oriental. En vez de desarrollar su modo de vida a campo abierto como sí hacen los antílopes, otros de los habitantes del delta del Okavango, los impalas corren para ponerse a cubierto en caso de que haya alguna amenaza que perturbe su calma. En épocas donde la comida escasea, es común verles tras una familia de elefantes para aprovechar los frutos que que caen de los árboles por los que pasan.

Los pesos pesados del río

Foto: Sergio Pitamitz / AP Images

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Los pesos pesados del río

Los hipopótamos (Hippopotamus amphibius), suelen vivir en grupos numerosos de hasta 30 ejemplares que les permite controlar importantes zonas del Okavango debido a su tamaño y la agresividad de los machos dominantes. La humedad del terreno en el delta del Okavango les ofrece una gran cantidad de opciones para sobrevivir: aun siendo unos mamíferos semiacuáticos, los hipopótamos pasan gran parte del día en el agua y el lodo hasta que se acercan a tierra firme cuando cae la noche para pastar, donde son menos territoriales.

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