Las funciones del gran pico de los tucanes ¿Por qué el tucán tiene un pico casi cuatro veces el tamaño de su cabeza y casi tan largo como el resto de su cuerpo? Algunos científicos afirman que la coloración brillante les sirve para atraer posibles presas . Otros sugieren que les es especialmente útil para ahuyentar a los depredadores u otros animales salvajes que podrían competir por la comida , o para alcanzar mejor el alimento en los extremos de las ramas demasiado ligeras para posarse. Existe otra posibilidad: un pico tan ligero les ayudaría a regular la temperatura corporal. La regulación de la sangre de esta parte del cuerpo les permitiría distribuir mejor el calor corporal, algo muy útil en climas tropicales. Sin embargo, con independencia de su función, podríamos concluir que el pico de los tucanes es una maravilla de la ingeniería natural , Es ligero, pero robusto. Es prácticamente hueco y está hecho de queratina, la misma sustancia de la que se compone el pelo y las uñas humanas. La palabra ‘tucán’ hace referencia a su canto La palabra ‘tucán’ deriva de ‘tucano’, en portugués. Un término que a su vez procede otro utilizado en la lengua de los pueblos tupíes del Amazonas para hacer referencia al sonido característico de estas aves, parecido al croar de las ranas… Los tucanes combinan sus extensas llamadas vocales con sonidos de golpeteo y repiqueteo de su pico. Muchos incluso son capaces de emitir ladridos, graznidos y gruñidos. De hecho, se cuentan entre las aves más escandalosas que existen. No solo se alimentan de frutos Como hemos comentado antes, los tucanes se valen de sus largos picos para obtener el alimento, pero esta herramienta también tiene sus inconvenientes, pues se ven obligados a echar la cabeza hacia atrás para tragar. Aunque a menudo se considera que son principalmente frugívoros, la mayoría de las especies consumen una gran variedad de alimentos, como insectos, serpientes, ranas… incluso pequeños mamíferos. También se alimentan de los huevos y los polluelos de otras aves más pequeñas. No están en peligro, pero se enfrentan a numerosas amenazas Los tucanes no se encuentran en peligro, ni quiera son objeto de preocupación conservacionista. Sin embargo, no están exentos de amenazas. En el mundo natural son presas de aves rapaces, como águilas, halcones y búhos. Otros animales, como las boas o los jaguares, invaden a menudo sus nidos. Su enorme pico es muy llamativo, pero no le resulta útil a la hora de defenderse de los depredadores. Pero su principal enemigo es el hombre. El comercio de mascotas y la pérdida de hábitat atenazan a estas aves tan icónicas. Están emparentados con los pájaros carpinteros Aunque a simple vista pueda parecer que los tucanes y los pájaros carpinteros no tienen mucho en común, ambos pertenecen al orden de los piciformes. Al igual que los pájaros carpinteros -y los loros y guacamayos con los que comparten el bosque-, son zigodáctilos, esto es, cuentan con dos dedos que apuntan hacia delante y otros dos hacia atrás, un diseño muy útil para moverse entre las densas ramas de los bosques tropicales. Además, tanto los tucanes como pájaros carpinteros tienen una lengua larga y estrecha, así como unas plumas cortas y rígidas. Anidan en los árboles Otra de las características que comparten con los pájaros carpinteros es el lugar en el que construyen sus nidos. Ambas aves anidan en las cavidades de los árboles, algo que tiene sentido, pues pasan la mayor parte del tiempo en el dosel arbóreo. A veces aprovechan los huecos dejados por los pájaros carpinteros, donde suelen realizar puestas de hasta 15 huevos. La incubación dependerá de la especie, pero puede durar hasta un año. Las crías nacerán sin el característico pico, y no abrirán los ojos como mínimo hasta su tercera semana de vida. Son aves sociales y monógamas Los tucanes son aves sociales. No dudan en colaborar entre ellas a la hora de buscar comida. Algunos viven en grupos que pueden alcanzar los 20 individuos. Sin embargo, aunque estas aves suelen hacerlo todo el grupo, no son muy dadas al amor libre, pues son monógamas. Suelen reproducirse en primavera, y una vez realizada la puesta, macho y hembra colaboran para incubar los huevos, que eclosionan al cabo de unos 15 días. Los polluelos nacen con los ojos cerrados y sin plumas y dependen por completo de sus padres para sobrevivir. A las tres semanas abrirán los ojos, pero no desarrollarán su largo y característico pico hasta que hayan abandonado el nido.