El concurso del Árbol Europeo del Año se creó en el año 2011 en la República Checa en respuesta a una encuesta popular realizada durante mucho tiempo por la Fundación Alianza. Pronto la iniciativa calaría en otros países, dando lugar, al terminar el certamen a nivel nacional en cada país, a que los ganadores participaran en una competición europea.
El objetivo de Árbol Europeo del Año es dar a conocer y poner en valor a los árboles más longevos del mundo, resaltando su importancia, y contemplándolos como un patrimonio natural y cultural que deberíamos apreciar y proteger. En el árbol Europeo del Año, a diferencia de otros concursos, no es importante la belleza, el tamaño o la edad, si no la historia y la conexión con las personas. Se buscan árboles que se han convertido en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio.
En esta galería te mostramos a los árboles finalistas de los 16 países participantes y las historias que han enraizado en sus comunidades. El ganador se hará público el próximo 17 de marzo durante la ceremonia de premios que se celebrará en Bruselas.
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