¿Por qué pescamos? En algún momento, hace miles de años, nuestros antepasados, que se alimentaban principalmente de fruta, decidieron adentrarse en el agua para nutrirse de lo que la fauna acuática podía proveerles, complementando así, inadvertidamente, su dieta con un aporte extraordinario de nutrientes. Se cree que por esta razón comenzó el proceso de desarrollo cerebral que finalmente llevó hasta nosotros. Pero, ¿cómo comenzó todo esto?
Ahora un equipo de investigación de la Universidad de Kyoto ha hallado una pista en potencia. Los inicios de este comportamiento pudo haber surgido en nuestros parientes genéticos más cercanos: los chimpancés. De este modo, en el artículo titulado Crab-fishing by chimpanzees in the Nimba Mountains, Guinea y publicado recientemente en la revista Journal of Human Evolution, los científicos informan sobre la primera evidencia de que los chimpancés salvajes -Pan troglodytes verus- capturan y consumen cangrejos de agua dulce de forma habitual.
En el mismo, el equipo liderado por la Kathelijne Koops de la Universidad de Zurich y el Programa de Primatología y Ciencias de la Vida Silvestre de la Universidad de Kyoto, describe el comportamiento pescador que exhiben los chimpancés -principalmente hembras y juveniles- de la selva tropical de las montañas Nimba, en Guinea.
La fauna acuática puede haber sido una parte regular de las dietas de los homínidos y no solo un alimento alternativo y temporal
"Esta fauna acuática proporcionó a nuestros antepasados los ácidos grasos poliinsaturados esenciales de cadena larga, necesarios para el crecimiento y funcionamiento óptimo del cerebro", explica Koops. "Además, nuestros hallazgos sugieren que la fauna acuática puede haber sido una parte regular de las dietas de los homínidos y no solo un alimento alternativo temporal", añade.
Ventajas de una dieta rica en pescado
El estudio comenzó en 2012, cuando los investigadores observaron por primera vez a los chimpancés pescando cangrejos. Durante dos años, documentaron su demografía y comportamiento, al mismo tiempo que analizaron y compararon el valor nutricional de los cangrejos con otros alimentos de la dieta de los chimpancés.
Aprendieron que los chimpancés no solo pescaban cangrejos durante todo el año sin tener en cuenta la estación o la disponibilidad de fruta, sino que este consumo de cangrejos, además, se relacionaban negativamente con el consumo de hormigas, otro alimento básico en la dieta de los chimpancés. "Los niveles de energía y sodio aportados por los cangrejos grandes son comparables al de una dieta que incluye hormigas", explica la investigadora, "lo que nos lleva a la hipótesis de que los cangrejos pueden ser una fuente importante de proteínas y sales durante todo el año para las hembras, especialmente durante el embarazo o la lactancia, así como para el crecimiento de las crías durante los primeros años ". De hecho el equipo pudo observar que los machos adultos, por lo general, prescinden de esta fuente de alimento.

El estudio arroja nueva información sobre nuestra propia evolución, al mostrar que los comportamientos de pesca pueden no estar restringidos por el hábitat como se asumió inicialmente. "Este no es el primer caso de primates que comen cangrejos", añade por su parte Tetsuro Matsuzawa, coautor del estudio, "pero supone la primera evidencia de que otros simios, además de los humanos, lo hacen. En particular, las observaciones anteriores fueron de especies de monos en ubicaciones compatibles con la fauna acuática: lagos, ríos o líneas costeras, y no en bosques tropicales cerrados ".
"Es muy emocionante observar un comportamiento como este, que nos permite mejorar nuestra comprensión de lo que llevó a nuestros antepasados a diversificar su dieta", concluye Matsuzawa.