La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora ( CITES ), en la que 182 países y la Unión Europea se han reunido para discutir las regulaciones comerciales sobre fauna y flora mundial, ha llegado a un interesante acuerdo sobre los elefantes. La propuesta aprobada limita la exportación de elefantes africanos salvajes para ser exhibidos en otros países, salvo casos excepcionales.
En palabras del Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno de España, "la decisión adoptada prohíbe el movimiento de elefantes vivos fuera del área de distribución de la especie salvo en casos muy excepcionales, que habrán de ser debidamente avalados y garantizados por el Comité de Fauna y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza".
La decisión adoptada prohíbe el movimiento de elefantes vivos fuera del área de distribución de la especie salvo en casos muy excepcionales
Un éxito ecologista
"Es una gran victoria para el bienestar animal que se haya prohibido el secuestro de crías de elefantes de sus familias para llevarlas a los zoológicos", apunta Frank Pope, CEO de la organización sin ánimo de lucro Save the Elephants.
Y no es de extrañar su alegría ante lo que consideraban un problema muy importante, pues según algunos datos expuestos en el CITES, en los últimos años ha aumentado notablemente el comercio de ejemplares vivos. Entre 1990 y 2017, al menos 1.774 elefantes se extrajeron de la naturaleza para llevarlos a otro lugar. De ellos, 583 fueron a parar a circos y otros lugares donde exhibirlos mientras que 331 acabaron en zoos principalmente de China, Estados Unidos y México.
Elefantes Vs Humanos
Algunos países africanos tienen poblaciones realmente importantes de elefantes. Es el caso de Zimbabue, con más de 80.000 ejemplares o Botsuana, con unos 130.000. Controlar las poblaciones de elefantes para mantener animales tan grandes y salvajes alejados de los humanos y sus tierras, donde pueden llegar a destruir cultivos y matar personas, ha sido la justificación histórica del comercio de los estados africanos con elefantes vivos.
En Zimbabue y Botswana existen unos 80.000 y 130.000 ejemplares respectivamente, lo que genera conflictos con las poblaciones locales cuando comparten ciertos territorios
Sin embargo los científicos, a lo largo de múltiples investigaciones, han comprobado el maravilloso intelecto de estos paquidermos así como la complejidad de su comportamiento, lo que les ha luchar con más ahínco por su protección. “Al igual que nosotros, los elefantes sienten alegría cuando se reúnen con la familia y dolor cuando se separan brutalmente. Al igual que nosotros, necesitan amigos y espacio para prosperar. El daño físico y psicológico causado a los elefantes individuales por su captura traumática y sus vidas empobrecidas en cautiverio está bien documentado ”, explica Joyce Poole, experta en comportamiento de elefantes y National Geographic Explorer.
Los elefantes son los animales terrestres más grandes del mundo y, sin lugar a dudas, una de las especies más icónicas del mundo. La población de elefantes africanos ha pasado de 5-10 millones en 1930 a menos de medio millón en la actualidad. de hecho, el último censo de 2016 apenas contó 350.000 ejemplares, lo que significó una reducción del 30% desde el anterior conteo de 2007. Será complicado que esta medida afecte al tráfico de marfil, principal motivo de reducción de la población de elefantes, pero sin duda ayudará a evitar la merma de las poblaciones de paquidermos en África.