Según la información proporcionada por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, los sumideros como esta grieta aparecida en el condado de Rotorua, cerca de la costa noroeste de Nueva Zelanda, se producen cuando el agua subterránea no drena de la superficie apropiadamente y disuelve la roca que yace debajo. Es por ello que debido a su naturaleza, la roca caliza y los depósitos subterráneos de sal son, a menudo, el escenario donde se produce la aparición repentina de este tipo de grietas.
Roca caliza y depósitos subterráneos de sal son, a menudo, el escenario donde se produce la aparición repentina de este tipo de grietas
Su formación, en ocasiones, tiene consecuencias dramáticas. A medida que el agua erosiona imperceptiblemente desde la superficie el interior de la tierra, el peso del terreno que permanece en la parte superior alcanza un punto crítico en el que se hace demasiado pesado y colapsa. Esto es precisamente lo ocurrido en Nueva Zelanda, y que ha dado lugar a una grieta que abarca la longitud de dos campos de fútbol, y se adentra en la tierra el equivalente a un edificio de 6 pisos. Sin embargo, no es el primer sumidero que ha encontrado en la región recientemente, ya que hasta nueve grietas adicionales se han contabilizado en las inmediaciones durante los últimos nueve años.
Lo especial de esta es que supera enormente en dimensiones a las anteriormente citadas. De este modo el vulcanólogo neozelandés Brad Scott, del Instituto de Ciencias Geológicas y Nucleares de Nueva Zelanda, apunta que; "el sumidero era tres veces más grande que cualquiera de los que había visto antes en el pais, y que una cavidad subterránea de tal magnitud ha tenido que desarrollarse, al menos, durante varias décadas".

Rotorua se encuentra en una región conocida como Earthquake Flat, establecida como una zona de gran actividad volcánica hace miles de años y en la que aún hoy en día se registra actividad sísmica. El volcán original, hoy inactivo, quedó cubierto con una capa de sedimentos de 12 metros expulsados antaño por el mismo. La grieta ha abierto esos sedimentos hasta llegar a la capa inferior. En declaraciones de Scott a Associated Press el vulcanólogo afirmó: " miro el fondo y veo el depósito original de ceniza que se formó al entrar en erupción el volcán, hace 60.000 años". Geólogos y vulcánologos se encuentran emocionados por la aparición de esta grieta, una nueva ventana al pasado geológico de la Tierra tras cuyo estudio, esperan comprender un poco mejor como fue nuestro planeta en el pasado.