Un refugio para perros callejeros ha sido instalado en la prisión de Sremska Mitrovica, la más grande de Serbia, y el cuidado de los animales ha sido encomendado a una docena de presos con un doble propósito: potenciar la resocialización de los reclusos y ayudar a solucionar un gran problema en la ciudad como es la proliferación de perros callejeros. Numerosos prisioneros de la prisión de Sremska Mitrovica, situada en la ciudad homónima, al noroeste de Belgrado, sufrieron abusos, torturas y asesinatos durante las Guerras de Yugoslavia. Hoy se desarrolla un proyecto ejemplar entre sus muros.

"Trabajar con animales es genial, el tiempo pasa mucho más rápido", expresa un recluso

El refugio abrió en noviembre y, desde entonces, los reclusos limpian las instalaciones y alimentan, pasean y entrenan a unos 260 perros que antes vagaban por las calles, según informó el viernes pasado The Associated Press. "Hacemos todo lo que haríamos de forma habitual con nuestros propios perros. Trabajar con animales es genial, el tiempo pasa mucho más rápido aquí", expresa Radomir Djakovic, uno de los presos. La idea del proyecto consiste en fomentar la empatía de los prisioneros mediante la interacción con los animales, que aprendan nuevas habilidades y que puedan aplicarlas en el futuro, según han explicado las autoridades penitenciarias.