Los datos científicos muestran que los arrecifes de coral tal y como los conocíamos hasta hoy están cambiando rápidamente. Mientras, estos continúan librando su batalla submarina particular frente a los impactos combinados del calentamiento global, la sobrepesca y la contaminación. Y todo apunta que jamás volverán a ser como antaño. Así de rotundo lo afirma el Profesor Terry Hughes, director del Centro de Excelencia ARC para el Estudios de los Arrecifes Coralinos -Coral CoE-: "los arrecifes del futuro serán radicalmente diferentes a los de hace 30 años e incluso a los de hoy”.

Sin embargo para Hughes, quien dirigió el estudio sobre el futuro de los arrecifes y su capacidad para realizar rápidos cambios adaptativos a las volubles condiciones en las que se desarrollan, aunque con la urgencia de tomar decisiones y emprender acciones tempranas, encara el futuro con esperanza y no menos pragmatismo: “si tomamos inmediatamente las medidas adecuadas, podemos asegurar un futuro para los arrecifes. No obstante y tristemente debemos reconocer la imposibilidad de restaurarlos a su condición anterior. Ya no es posible".

En los arrecifes coralinos se apoya una inmensa biodiversidad, que a su vez proporciona importantes recursos sobre los que se sostiene la economía de millones de personas. Sin embargo, los arrecifes se están degradando rápidamente en respuesta a numerosos factores humanos.

Josh Cinner, también del Coral CoE y coautor del artículo Coral reefs in the Anthropocene publicado recientemente en la revista Nature sostiene que "los enfoques actuales para proteger los arrecifes de coral están fallando porque con demasiada frecuencia ignoramos las verdaderas razones de su declive. Necesitamos entender por qué están disminuyendo, y fomentar cambios en el comportamiento humano si queremos un futuro con arrecifes".

“La muerte de los mil cortes”

El también co-autor del estudio, el investigador Jeremy Jackson del Smithsonian Tropical Research Institute, ahonda en las razones de este rápido declive y se refiere metafóricamente con “la muerte los mil cortes", al conjunto de procesos que están acabando lenta pero inexorablemente con los corales: "los arrecifes sufren simultáneamente por el dragado del litoral; por la sobreexplotación pesquera y las técnicas de pesca agresivas y prohibidas en numerosos lugares del mundo; por la contaminación y las aguas residuales; la acidificación del mar y las temperaturas cada vez más altas".

Estos elementos combinados están dotando a los arrecifes de nuevas configuraciones en las que la mezcla de especies está cambiando rápidamente. Según los científicos, lidiar con esta transición requerirá cambios radicales, tanto desde un enfoque científico, de gestión de estos espacios naturales, e incluso gubernamental.

Resignación ante el futuro

"No podemos salvar todas las especies o retroceder en la historia", explica el profesor Hughes. "El reto ahora es dirigir los arrecifes hacia el futuro para mantener su funcionalidad y asegurar su capacidad para suplir de los medios de subsistencia y bienestar a los millones de personas que dependen de ellos".

Por otro lado, el profesor Steve Palumbi, Director de la Estación Marítima Hopkins de la Universidad de Stanford, añade: "las especies de coral están cambiando, evolucionando rápidamente y adaptándose a gran escala. Esta maleabilidad es un activo para nosotros: hoy hay corales que viven en arrecifes más cálidos y pueden estar mejor preparados para condiciones que presumiblemente se avecinan. Hemos de tener presentes todas nuestras cartas de cara al futuro”.

Sin embargo, aunque la ventana de oportunidad para salvar los arrecifes permanece abierta, se está cerrando rápidamente, afirman los científicos. La elevación en promedio de un grado a nivel global ya ha causado tres eventos planetarios de blanqueamiento del coral, por lo que un aumento de 1,5 a 2 º transformarían los arrecifes coralinos durante siglos, y puede incluso que de manera irreversible.

Un aumento de 1,5 a 2 º transformarían los arrecifes coralinos durante siglos, y puede incluso que de manera irreversible

Los científicos albergan sus esperanzas en los objetivos alcanzados en la celebración de la pasada COP21, que culminó con la adopción del Acuerdo de París, el cual establece el marco global de lucha contra el cambio climático a partir de 2020.

Los arrecifes recibirán el embate del cambio climático en las próximas décadas a medida que la temperatura del océano continúe subiendo. Sin embargo, de cumplirse con las premisas acordadas durante la última cumbre de París, podrían evitarse los impactos más severos sobre los arrecifes de coral del aumento de temperatura y la acidificación de los océanos. Explica Hughes, “los arrecifes del futuro serán diferentes, pero aún reconocibles como arrecifes de coral. Sin embargo, si la COP21 falla, estos desaparecerán”, concluye pragmático.