El picogordo de Santo Tomé, denominado así por su gran pico, es el canario más grande del mundo, según un estudio publicado en Ibis, en el que participan biólogos de la Universidad de Lund (Suecia). Esta especie del género Crithagra (anteriormente clasificada como la única especie del género Neospiza) es endémica de la isla de Santo Tomé, la mayor isla de la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe, un país formado por varias islas situadas en el golfo de Guinea, al oeste de África. El picogordo de Santo Tomé, de unos 20 centímetros de largo, es uno de los pájaros más insólitos del mundo: fue descubierto en 1888 y pasaron 101 años hasta que fue observado de nuevo por unos ornitólogos.

Santo Tomé y Príncipe nunca ha estado unido por tierra con el continente africano: varias especies de sus islas, con un total de 28 especies endémicas de aves, han evolucionado rápidamente y se distinguen de sus parientes del continente africano. Este fenómeno, conocido como efecto insular, se debe al aislamiento y, como consecuencia, algunas especies tienden al gigantismo y otras al enanismo. Las islas de Santo Tomé y Príncipe han estado habitadas desde el siglo XV, cuando fueron descubiertas por unos navegantes portugueses, pero han permanecido relativamente intactas. De hecho todavía no se ha documentado la extinción de alguna de sus especies endémicas, aunque actualmente algunas se encuentran amenazadas, entre ellas el picogordo de Santo Tomé.