Un nuevo género y especie de musaraña (Palawanosorex muscorum) fue descrito el pasado martes en Journal of Mammalogy. La musaraña fue detectada por primera vez en 2007 por Danilo Balete, coautor del estudio, a una altura de entre 1.550 y 1.950 metros, cerca de la cima del monte Mantalingahan (2.086 metros de altura), al sur de Palawan, una provincia insular de Filipinas. La nueva especie, en contraste con la especie endémica Crocidura palawanensis, tiene un cuerpo robusto y oscuro, unos pies delanteros anchos, unas garras largas y, especialmente, una cola corta con el pelaje corto, denso y uniforme. Con sus patas delanteras hurga entre el humus en busca de su alimento favorito: las lombrices de tierra, según explica en un comunicado el Museo Field de Historia Natural (Chicago), que ha participado en la investigación. "Esta nueva especie proporciona algunas pistas sobre cómo han evolucionado los pequeños mamíferos y cómo se han movido entre Asia y África", comenta Jacob Esselstyn, del Museo de Ciencias Naturales de Luisiana y coautor del estudio.
¿Qué hace de Filipinas un entorno ideal para los mamíferos? Los científicos se han hecho esta pregunta y, en el caso de la musaraña, son las denominadas islas del cielo las que favorecen la biodiversidad: cimas montañosas aisladas que encierran diferentes hábitats naturales separados de las tierras bajas y de las montañas vecinas. "Podrían haber muchas especies nuevas en esas regiones de alta montaña de Filipinas, pero como son tan altas y tan difíciles de acceder su existencia está terriblemente restringida", asegura Larry Heaney, del Museo Field de Historia Natural, quien también firma el estudio. "El hecho de que Filipinas sea un lugar único para la diversidad de los mamíferos es algo que la gente debería de conocer, algo por lo que sentirse orgulloso", concluye Heaney.