La Red Natura 2000 está formada por diversos espacios naturales para ofrecer garantías de cara a la conservación de ciertos territorios y su biodiversidad. Se trata del principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea, cuya finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de varias especies y hábitats en Europa.

Esta red de santuarios naturales incluye en Salamanca a las Riberas de los Ríos Huebras, Yeltes, Uces y afluentes. Y es precisamente este, el lugar elegido por la empresa australiana Berkeley Energía para la construcción de la mina a cielo abierto y la planta de procesado de uranio más grandes de Europa.

¿Protocolos incumplidos?

Para intentar frenar la apertura de la mina, el 6 de febrero de 2017, WWF envió un informe a la Comisión Europea en el que denunciaba el impacto ambiental que producirá la construcción de dicha mina y la planta de procesado de uranio para la obtención de combustible nuclear en los términos municipales del Retortillo y Villavieja de Yeltes.

Según WWF, los impactos ambientales más graves e irreversibles de esta mina a cielo abierto no han sido tenidos en cuenta en la Declaración de Impacto Ambiental

Entre los posibles impactos más graves destacan la destrucción de una zona Red Natura 2000 con hábitats únicos tan valiosos como encinares, prados y bosques de ribera que albergan especies amenazadas y protegidas a nivel europeo como el águila real, la cigüeña negra o el galápago leproso. Igualmente la construcción de esta mina probablemente afecte a la Sarda Salmantina (Achondrostoma salmantinum), una especie de pez endémica cuyo hábitat ocupa un pequeño área en la cuenca del Duero, e incluida en el catálogo de especies amenazadas de la Junta de Castilla y León.

Según explicaba Francisco Bellón, Director General de Operaciones de Berkeley en una entrevista a La Gaceta de Salamanca:"nuestro objetivo es poner en marcha una explotación minera que pretende ser referente en su sector, y que ha sido diseñada siguiendo toda la normativa y regulación aplicable. El proyecto se desarrollará además con las últimas técnicas de minería sostenible que garantizan el mínimo impacto medioambiental en la zona, y maximizan el retorno para las comunidades locales en las que se enmarca". Sin embargo WWF ha denunciado ante la Comisión Europea que los impactos ambientales más graves e irreversibles de esta mina a cielo abierto no han sido tenidos en cuenta en la Declaración de Impacto Ambiental, documento que avala o desacredita la viabilidad ecológica de realizar un proyecto.

Como explica Gema Rodríguez, responsable de políticas de biodiversidad de WWF, a National Geographic: “en la elaboración del informe han sido obviados ciertos elementos trascendentales”. La alteración morfológica del río, la disminución de sus caudales, el aumento en la carga contaminante de sus aguas -en parte, de potencial naturaleza radiactiva-, los riesgos producidos por el posible vertido y filtrado de aguas contaminadas... En palabras de la especialista, “la carga de contaminantes -tanto de metales pesados como de elementos radiactivos- por filtración, pueden llegar al río Duero”.

Además de la destrucción ambiental, WWF considera muy preocupante que este se haya aprobado sin evaluar los riesgos para la población humana como la posible presencia de polvo o partículas radiactivas en el aire. A este riesgo sobre la salud humana se suma la ausencia de justificación económica, ya que la extracción de uranio en la zona se estima que apenas durará 10 años por las reservas existentes. "Se prevé que en los próximos de 10 años se encarezca el plutonio, y es precisamente este el argumento con el que especula la empresa para justificar el proyecto", apunta Rodríguez.

El papel de Europa a nivel medioambiental

“Es inexplicable que en España se aprueben proyectos como este por intereses privados y especulativos, con graves impactos ambientales y riesgos sobre la población por la radiactividad”, explican desde la asociación ecologista. “En Europa sólo hay minas de uranio en la República Checa y Rumanía, habiéndose clausurado todas las existentes en Europa Occidental. Países como Francia o Portugal han abandonado esta actividad minera por su alto impacto ambiental y escasa rentabilidad actual.”

Por su cercanía y por el propio cauce del río Duero, la vecina Portugal también puede verse afectada. Así Gema Rodríguez explica que: “a la espera de una contestación, desde el gobierno portugués ya se ha solicitado a su homólogo Español la información pertinente respecto al proyecto. Del mismo modo, al efecto, los europarlamentarios portugueses han transmitido sus legitimas objeciones en la Eurocámara”.