El Bulldog francés, a pesar de su nombre, es una raza de origen británico y francés. La raza fue reconocida por primera vez porThe Kennel Cluben 1906.
De hocico chato y oscuro, grandes ojos, orejas de murciélago y cuerpo compacto, los bulldogs franceses se han puesto de moda y se han convertido en una de las razas de perro preferidas en países como España o Reino Unido. De hecho, en este segundo país, el bulldog francés fue la segunda raza más registrada en el año 2017, solo superada por el labrador retriever.
Sus propietarios se sienten atraídos por su apariencia distintiva; su tamaño se adapta a un estilo de vida sedentario y además existe la percepción de que son buenos compañeros de los niños. Sin embargo, a pesar de su popularidad, la raza tiene algunos problemas de salud bien documentados, especialmente en relación con problemas oculares, respiratorios, cutáneos y de la columna vertebral; y sin embargo, hasta ahora pocos estudios habían analizado su estado de salud.
De este modo, un equipo de científicos del Royal Veterinary College en Reino Unido, estudió los datos veterinarios de 2.228 bulldogs franceses de 304 clínicas diferentes durante 2013, demostrando que estos pequeños perros son susceptibles de sufrir una amplia gama de enfermedades. Los resultados recogidos en el estudio titulado Demography and disorders of the French Bulldog population under primary veterinary care in the UK in 2013 se publicaron en la revista especializada Canine Genetics and Epidemiology.
Según los científicos, los problemas más comunes en los bulldogs franceses fueron las infecciones de oído, la diarrea y la conjuntivitis. Además, sus características físicas –hocico chato y cara plana– también pueden incrementar el riesgo de padecer problemas respiratorios -observado en un 12,7% de los perros en este estudio- o de piel.
“Uno de los hallazgos más interesantes de nuestra investigación es que los bulldogs franceses macho parecen menos saludables que las hembras ya que tienen una mayor probabilidad de sufrir 8 de los 26 problemas de salud más comunes”, informa Dan O'Neill, autor principal del trabajo
Más popularidad, más problemas
La investigación destaca también el aumento de la popularidad del bulldog francés y sus consecuencias sobre la raza. Así, en 2003 el 0,02% de los cachorros que nacieron en Inglaterra pertenecían a esta raza, mientras que en 2013 la cifra ascendía hasta el 1,46%. “Es un nivel de crecimiento de población sin precedentes en una sola raza de perro”, indica O’Neill.
“Es un nivel de crecimiento de población sin precedentes en una sola raza de perro”
Sin embargo, según los investigadores, este incremento en la demanda del bulldog francés puede ser perjudicial para el bienestar de estos perros debido a los riesgos de salud asociados con sus características físicas extremas.
De este modo, los autores advierten además, que el estudio puede incluso subestimar la verdadera cantidad de perros con problemas de salud, ya que los datos pueden incluir animales que requieren mayor atención veterinaria.
Por otra parte, debido a su recientemente popularidad en Reino Unido, la información recopilada era sobre todo de perros jóvenes, y los problemas de salud generalmente se aumentan con la edad, por lo que el estado de salud general de la población de bulldogs, podría -a pesar de las numerosas afecciones a las que estos animales se ven expuestos- haber sido subestimada.