
Dos nuevas especies de murciélagos cara de perro, del género Cynomops, han sido detectadas en Panamá y Ecuador: el murciélago cara de perro de Freeman y el murciélago cara de perro Waorani, respectivamente, según reveló ayer el Instituto Smithsoniano de los Estados Unidos. "Identificar dos especies de mamíferos que son nuevas para la ciencia es muy emocionante", dice Ligiane Moras, quien ha participado en las investigaciones como miembro del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian en Washington D.C. "Después de caracterizar las formas de los cuerpos de 242 murciélagos cara de perro en colecciones museísticas del continente americano y del europeo, después de comparar el ADN y de añadir unas observaciones sobre el terreno, incluyendo grabaciones sonoras, consideramos que hay ocho especies en este grupo, dos nuevas para la ciencia", agrega. Los murciélagos cara de perro son difíciles de observar porque vuelan alto en el cielo nocturno y más rápido que otros murciélagos gracias a sus alas extremadamente angostas.
El murciélago cara de perro de Freeman (Cynomops freemani), denominado así en honor a la investigadora Patricia Freeman, fue descubierto en Gamboa, en el centro de Panamá, por un equipo del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, durante cinco noches del año 2012: fueron capturados y liberados 19 machos y 37 hembras cerca de varios edificios de madera abandonados. Nuevos ejemplares fueron observados en Gamboa en agosto y septiembre de 2017. "Fuimos afortunados de capturar varios individuos diferentes de esta especie con redes de niebla y de grabar sus llamadas", dice Thomas Sattler, quien hoy trabaja en el Instituto Suizo de Ornitología. "Estaban posados en edificios abandonados. Mediante el conocimiento de las llamadas de ecolocación específicas de esta especie podríamos volver a encontrarla en el futuro con un detector de murciélagos, sin capturarlos, para saber más sobre su distribución y preferencias de hábitat", añade.
El descubrimiento del murciélago cara de perro Waorani (Cynomops tonkigui) ha sido posible gracias a la captura de unos individuos de esta especie por Fiona Reid y sus colegas y Diego Tirira de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. El nombre de la especie, "tonkigui", rinde homenaje al pueblo amerindio de los huaorani de Ecuador, que habita en los alrededores de una de las localizaciones de captura. Tonkigui significa murciélago en la lengua de los huaorani.