Aurélie Delaforge, una estudiante de posgrado de la Universidad de Manitoba (Canadá), ha descubierto un nuevo copépodo (un pequeño crustáceo con patas en forma de remo) del orden Monstrilloida durante un muestreo en Cambridge Bay, en Nunavut, en el Ártico canadiense, realizado para respaldar su tesis doctoral sobre la causa de las proliferaciones de plancton bajo el hielo marino, según explica la Universidad de Manitoba.

El pequeño monstruo, de dos milímetros de largo, utiliza ocho patas a modo de remos para desplazar su cuerpo translúcido por las aguas oscuras. Tiene un solo ojo débil, no tiene boca y tiene dos antenas adornadas con pelillos sueltos y desiguales. Hay más de 160 copépodos Monstrilloida flotando por los océanos en las comunidades de zooplancton y, por fin, el Ártico canadiense tiene su propia especie: Monstrillopsis planifrons o, lo que es lo mismo, un monstruo de cabeza plana. El estudio ha sido publicado en ZooKeys.