Un estudio titulado Tooth Loss Precedes the Origin of Baleen in Whales y publicado recientemente en la revista Current Biology describe una ballena fósil de 33 millones de años llamada Maiabalaena, cuyo nombre significa "ballena madre".

El antiguo fósil hallado en Oregon es tremendamente especial porque corresponde con una ballena que no tenía ni dientes ni barbas. El nuevo espécimen se remonta a la frontera Eoceno-Oligoceno. Los investigadores afirman que este período de tiempo representó un momento crítico para las ballenas, cuando grandes transformaciones geológicas en la Tierra estimularon cambios importantes en la alimentación de numerosas especies.

"Maiabalaena representa una etapa intermedia sorprendente entre las ballenas modernas que se alimentan por filtración y sus ancestros con dientes", dice Carlos Mauricio Peredo, de la Universidad George Mason y el Museo Nacional de Historia Natural.

Maiabalaena carecía de dientes: se trata de la ballena sin dientes más antigua conocida por la ciencia

Maiabalaena se alimentaba por succión, por lo que los hallazgos sugieren que las ballenas primitivas perdieron sus dientes antes de que se produjera el origen evolutivo de sus caracteristicas barbas en forma de peine, las cuales funcionan de manera muy parecida a un colador, y que permite a las ballenas modernas filtrar grandes volúmenes de agua para capturar a miles de pequeñas que le permitan obtener la energía necesaria para hacer funcionar sus titánicos cuerpos.

Grandes incógnitas de la evolución

"La alimentación por filtración en ballenas mediante las barbas representa una innovación sin precedentes entre otros mamíferos, y su origen ha sido una pregunta que ha suscitado el debate entre expertos desde la época de Charles Darwin", comenta Peredo, comparándola con la transición de escamas a plumas que se produjo en los dinosaurios o la aletas a extremidades en tetrapodos .

Con 33 millones de años, Maiabalaena se remonta a un período de cambio geológico masivo. Además, la edad y la ubicación geográfica del hallazgo de Maiabalaena sugirieron a Peredo y su equipo nueva información sobre la evolución de las ballenas.

Su primera sorpresa fue el descubrimiento de que Maiabalaena carecía de dientes, por lo que es la ballena sin dientes más antigua conocida por la ciencia. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó cuando se dieron cuenta de que el espécimen fosilizado tampoco mostraba evidencia alguna de barbas. Según sus observaciones los hallazgos sugieren que las ballenas perdieron los dientes primero y fue tiempo más tarde cuando desarrollaron los peines filtradores de sus barbas.

Los investigadores también especulan, basándose en la anatomía de la cavidad oral y los huesos en la garganta de Maiabalaena, que estas ballenas eran aparentemente eficaces alimentándose por succión, aún sin las ventajas que ofrecen los dientes y las barbas. Los hallazgos se suman a la evidencia que sugiere que la pérdida de dientes y el origen de las barbas son eventos evolutivos separados. También ayudan a moldear la comprensión de los científicos sobre el origen evolutivo de las barbas, que siguen siendo una de las estructuras más enigmáticas y únicas de los mamíferos.