Probablemente hayas escuchado hablar en numerosas ocasiones de la Lista del Patrimonio Mundial o de las Reservas de la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés).

Se trata en ambos casos de una mención de excelencia hacia estos lugares -en el primer caso de bienes y monumentos de carácter cultural, y en el segundo de espacios naturales de especial relevancia ecológica- en la que, por sus características, se les reconoce una especial importancia para el conjunto de la humanidad.

Una figura similar es la de los Geoparques Mundiales de la UNESCO, con la cual se busca aumentar la conciencia sobre la geodiversidad, así como poner en valor la gestión de estos lugares de gran importancia geológica y paisajística.

Los Geoparques Mundiales de la UNESCO narran la historia de los 4.600 millones de años del planeta Tierra y de los acontecimientos geológicos que le dieron forma. Se trata de lugares de una rica diversidad geológica en los que –por iniciativa de las comunidades que los habitan– se promueve la conservación del patrimonio natural con vistas a fomentar el desarrollo sostenible de las regiones donde están ubicados. Además, los geoparques contribuyen al entendimiento de ciertos aspectos del cambio climático, los riesgos que implican los desastres naturales, a la sensibilización del público ante estos fenómenos y, en muchos casos, a que las comunidades locales elaboren estrategias para atenuar sus efectos.

Los geoparques ofrecen además oportunidades para fomentar un turismo compatible con la conservación del medio ambiente, cuya importancia ha sido puesta de relieve por las Naciones Unidas al proclamar el 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.

Con la adición de ocho nuevos lugares este año, entre los que se encuentran el Geoparque Mundial de Las Loras, en las provincias de Palencia y Burgos, la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO pasa a conformarse en la actualidad por 127 enclaves repartidos por más de 35 países.

Ocho enclaves que ponen de relieve la gran diversidad geológica de nuestro planeta. Entre los añadidos este año a la lista podemos encontrar la presencia de 4 representantes asiáticos, los Geoparques de Arxan y Keketouhai en China, el Geoparque Mundial de la Isla de Qeshm, en Irán y el Geoparque Mundial Cheongsong en la República de Corea. Dos de ellos se encuentran en Europa, el citado Geoparque Mundial de Las Loras en España, y en Francia Geoparque Mundial Causses du Quercy. En América, México ha sido este año el único país que ha engrosado esta lista con los geoparques de Mixteca Alta en la Sierra Madre del Sur mexicana, y Comarca Minera, situada en el centro-este del país.

En la galería fotográfica podéis disfrutar de la magia de estas joyas geológicas y de los hermosos paisajes a los que dan forma.