Las herramientas que la evolución y la naturaleza han proporcionado a los distintos seres vivos para su supervivencia son tan variadas como en ocasiones sorprendentes.

Uno de los más sosfisticados mecánismos de defensa es el veneno, ya que por lo general, perdida la batalla física con las demás especies, algunos animales se han especializado en la guerra química, desarrollando distintas sustancias que pueden servir a los más distintos intereses, desde escapar de sus depredadores hasta paralizar a sus presas o directamente, provocar su muerte.

Existen multitud de animales venenosos, desde las medusas en el océano hasta los enormes dragones de komodo. Sin embargo, pese a que por lo general solemos asociar el veneno con los insectos y reptiles, otros animales también se han sumado a esta batalla en que las sustancias venenosas toman protagonismo.