Medio Ambiente
Osos polares
10 curiosidades sobre los osos polares
Estos grandes depredadores son los carnívoros terrestres más grandes que existen, además de uno de los pocos mamíferos de gran tamaño que han podido adaptarse bien a la vida en el hielo. Te explicamos esta y otras curiosidades:
Actualizado a
Sergi Alcalde
Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente
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Están clasificados como mamíferos marinos
Dado que pasan la mayor parte de su vida en el hielo marino del Océano Ártico y dependen del océano para su alimentación y hábitat, los osos polares son la única especie de oso que se considera mamífero marino.
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La piel del oso polar es negra, no blanca
Debajo de todo ese grueso pelaje, los osos polares tienen una piel negra como el azabache. Su pelo también es translúcido, y solo parece blanco porque refleja la luz visible. Si arrancásemos un mechón de pelo de un oso polar descubriremos que en realidad es transparente y hueco. Cada pelo actúa como una cámara de aire que almacena el calor y le da esa apariencia blanquecina.
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Es una especie vulnerable
Aunque es difícil conocer sus poblaciones exactas, los científicos estiman que la mayoría de los osos polares están en declive. Actualmente, la UICN lo califica al oso polar como especie “vulnerable” con una población estimada de unos 26.000 ejemplares.
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Es una especie poco prolífica
De promedio solo tienen dos crías, que nacen entre los meses de noviembre y febrero. Pasarán cinco meses junto a las madres, aprendiendo a localizar comida y a resguardarse de los machos adultos.
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El cambio climático no es su única amenaza
Aunque el cambio climático sigue siendo la mayor amenaza para la supervivencia del oso polar, aunque el aumento de las temperaturas no es su único problema. La industria del petróleo y el gas está volviendo sus ojos hacia el Ártico, y con ello llegan los riesgos potenciales de destrucción del hábitat por los trabajos de exploración petrolífera. El contacto con los vertidos de petróleo puede reducir el efecto aislante de la piel de los osos, lo que les obliga a utilizar más energía para calentarse. Además, pueden envenenarse, aunque no es la única sustancia química tóxica a la que están expuestos. A veces ingieren pesticidas, ya sea directamente o a través de sus presas.
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Puede nadar sin parar durante días
En el agua el oso polar puede alcanzar velocidades de hasta 10 kilómetros por hora. Además, pueden recorrer largas distancias y nadar durante mucho tiempo. Sus grandes patas están especialmente adaptadas para nadar, y las utilizan para remar por el agua mientras mantienen sus patas traseras planas como un timón.
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Puede pesar hasta 800 kilos
Los osos polares son unas criaturas imponentes. Un macho adulto mide normalmente entre 2 y 2,5 metros de largo, y puede alcanzar los 800 kilos de peso. Para alcanzar semejante peso están obligados a consumir una gran cantidad de alimento, unos 30 kilos de carne al día.
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Son capaces de oler presas a un kilómetro de distancia
Una de las principales peculiaridades de estos animales es su potente olfato, que utilizan para localizar los agujeros abiertos en el hielo que las focas usan para respirar. Una vez que ha encontrado el hueco, esperarán pacientemente a localizar a una presa. Incluso pueden detectar una presa en el agua bajo un metro de nieve compactada.
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Están adaptados para sobrevivir a las bajas temperaturas
Para sobrevivir en un territorio tan inhóspito, los osos polares cuentan con dos poderosos aliados: su grasa corporal les aísla de las bajas temperaturas, mientras que sus anchas patas les ayudan a moverse por el hielo.
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Menos del 2% de las capturas que realizan los osos polares tiene éxito.
Aunque la mitad de la vida del oso polar se dedica a cazar para alimentarse, sus cacerías rara vez tienen éxito. Los osos suelen cazar focas, su principal presa, de distintas maneras: irrumpiendo en las madrigueras de cría, esperando en los huecos abiertos en el hielo para respirar o acechando a los animales que descansan en el hielo. A veces tienen que conformarse con pequeños mamíferos, aves, huevos y vegetación.