Desempeñan un papel crucial para los ecosistemas Como carroñeros que son, los buitres se alimentan de animales muertos. No solo reducen el número de cadáveres malolientes o en estado de descomposición, sino también ayudan a evitar la propagación de enfermedades, pues muchos de los virus y las bacterias mueren por el ácido presente en los estómagos de estas aves. Por ejemplo, si se come un mapache que ha muerto por una enfermedad como el moquillo o la rabia, ya no podrá infectar a ningún otro animal. Sin embargo, si una zarigüella (o un perro) depreda esa misma presa, podría contraerla y contagiar a otros animales. Cuentan con un excelente sentido del olfato El sentido del olfato de los buitres puede ser incluso mejor que el de un perro. Esta capacidad olfativa otorga a estas aves una gran ventaja a la hora de buscar alimento. Como no tienen que depender solo de la vista, pueden encontrar los cadáveres más rápidamente que otras aves carroñeras, y pueden divisar animales muertos que están ocultos bajo los árboles y arbustos. Tienen una vista privilegiada A pesar de que tienen un buen olfato, algunas especies, como el buitre negro (Aegypius monachus) tienen menos desarrollado el aparato olfativo , algo que suplen, llegado el caso, con el aguzado sentido de la vista, que les confiere la capacidad de divisar carroña a grandes distancias. No tienen plumas en la cabeza Algunos son completamente lampiños, otros cuentan con un plumón ralo. La ausencia de plumas o pelo en la cabeza mantiene a los buitres limpios, especialmente cuando comen. Y es que estas aves suelen meter la cabeza dentro de los cadáveres de los que se alimentan. Si tuvieran plumaje en la cabeza, la sangre y la grasa se quedarían pegadas en las plumas, atrayendo a las moscas o reteniendo bacterias que podrían provocar una infección. Hay buitres en casi todo el mundo El área de distribución de los buitres se extiende por casi todo el mundo, a excepción de Australia y numerosas islas de Oceanía. Tienen una larga esperanza de vida Pueden vivir muchos años, en función de la especie. Algunas especies solo viven 10 años, pero otras pueden alcanzar los 50. Tienen unas alas largas y anchas La gran envergadura alar de los buitres les permite encontrar los cadáveres más rápidamente que aquellos carroñeros incapaces de volar. Por ejemplo, sus alas les permiten elevarse con gran facilidad y viajar rápidamente de un lugar a otro. Los árboles y la vegetación impide a otros carroñeros, como los coyotes, detectar a las presas. Pero los buitres, con su vista de pájaro y su capacidad para volar por encima de los obstáculos, suelen ser los primeros en encontrar un cadáver. Tienen una jerarquía a la hora de alimentarse Cuando se alimentan, los buitres mantienen un estricto orden social basado en el tamaño del cuerpo y la fuerza del pico. Los ejemplares más pequeños deben esperar las sobras que dejan las especies más grandes y dominantes. Sin embargo, incluso los grandes buitres ceden el paso cuando encuentran un competidor mamífero, como pueden ser chacales, hienas y coyotes. Están perfectamente adaptados a la carroña Los buitres están muy adaptados a su estilo de vida carroñero. Son los únicos vertebrados terrestres que dependen casi por completo de los animales muertos para alimentarse. Algo que puede ser bueno o malo, en función de la disponibilidad de alimento. Tienen unos picos ganchudos Los picos afilados y en forma de gancho ayudan a los buitres a arrancar la carne de los cadáveres. Es un método muy práctico para un ave que se pasa la mayor parte del tiempo diseccionando cadáveres para buscar comida.