«Sois el futuro», eso nos decís los adultos. Vosotros sois el presente. Pero a nosotros, los jóvenes, no nos invade el orgullo ni la esperanza al oír esas palabras. Otro sentimiento ocupa el trono que antaño era de la ilusión: el miedo.
Nuestras esperanzas se derriten, como los polos, ante el cambio climático. La NASA ha informado que en el 2021 la temperatura media global fue de 1,1oC más alta que al inicio de la revolución industrial. Nuestras ilusiones se extinguen, como tantas especies lo han hecho, ante la pérdida de ecosistemas. En el 2021 la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) estableció que más de 40,000 especies están bajo la amenaza de la extinción. Nuestro orgullo cae abatido, como tantos bosques lo han hecho, ante el egoísmo humano. La ONU ha contabilizado la pérdida de 420 millones de hectáreas de bosque desde 1990. Nuestros sueños se envenenan, como tantas aguas lo han hecho, ante la polución. El 80% de las aguas residuales se devuelven al ecosistema sin ser tratadas, como ha estimado la ONU. Nuestras fuerzas se agotan, como los recursos lo hacen, ante la impaciencia del ahora. La WWF advirtió que nuestro modo de vida requiere más del doble de recursos de lo que puede producir la Tierra de forma natural. Nuestras sonrisas se contaminan, como la naturaleza lo hace, ante la desconsideración humana.
Nosotros, vuestros hijos, los hijos del presente, observamos la llegada del futuro con preocupación e impotencia. Nuestras vidas soñadas se desvanecen cuando nos atormenta la pregunta: ¿qué mundo nos quedará, si no hacemos las paces con la naturaleza?
En el presente nos movemos entre sombras, estamos dando los primeros pasos de una recuperación. El presente se está esforzando, pero es la falta de unidad la que nos aleja de una solución.
El reciclaje de las pequeñas familias, aunque sea imprescindible, no puede alcanzar la cima sin el apoyo de las grandes compañías. Las manifestaciones pierden el sentido si los gobiernos no escuchan. Los ciudadanos tenemos que evitar el consumismo, tal y como las empresas deben buscar la sostenibilidad. Todos debemos realizar cambios en nuestro modo de vida, y debemos hacerlo juntos. Conservar ecosistemas y especies será imposible si no nos unimos todos para caminar en una misma dirección.
Si en el presente estamos en las sombras es porque aún hay luz, caminemos juntos hacia ella. Porque, al fin y al cabo, nosotros, los jóvenes, somos el futuro, pero este depende de todos los que vivimos en el presente.