Paloma Chen, 23 años. Nacida en Alicante, de ascendencia china

Las experiencias adquiridas durante su infancia impulsaron a Paloma Chen a embarcarse en el proyecto audiovisual "Crecer en 'un chino", en el que plasmó los testimonios de los hijos de inmigrantes chinos en España. Periodista, colaboradora de medios como El Salto, El País y À Punt Media. Es coautora de la plataforma Tusanaje, con la que coorganizó jornadas culturales como el I Encuentro de la Diáspora China en España. Además de periodista y activista, Paloma Chen es poeta. Ganadora en 2020 del Premio Nacional de Poesía Viva "L de Lírica" 2020, por su obra sobre la identidad intercultural y la existencia híbrida. Esta entrevista forma parte del reportaje: "La huella invisible de la discriminación racial en España".

National Geographic España:¿Cómo definiría el racismo?

Paloma Chen:

El racismo no es solo prejuicio racial individual. Es la discriminación sistemática por parte de las estructuras económicas, políticas, sociales y culturales de los pueblos y colectivos no blancos, además de una serie de acciones y creencias que perpetúan una distribución desigual de poder, recursos y privilegios.

NG: ¿Qué estigmas cree que sufre la población racializada en España?

PCH: Incontables. El hecho de que no puedan acceder al poder y a los recursos de manera igualitaria a la población blanca y nativa de España les supone problemas en todos los ámbitos de la vida: acceso al trabajo, salud, vivienda, regularización de su situación... A partir de ahí, sufren de todo tipo de estereotipos y estigmas relacionados con la lengua. Además, la nula o la negativa presencia de personas racializadas en medios de comunicación, instituciones, ámbitos creativos, etc., por no hablar de los bulos y rumores sobre su acceso a los recursos que deberían ser para los españoles blancos nativos, etc.


NG:¿Ha experimentado algún tipo de discriminación o ataque racista?

PCH:
He sufrido insultos y comentarios racistas. He sido testigo de mucha violencia verbal, muchas agresiones racistas, prejuicios y estereotipos. Yo he sido una de esas niñas que han ‘crecido en un chino’. El de mis padres era el único restaurante chino del pueblo. A veces la gente nos hacía comentarios racistas pensando que yo no los estaba entendiendo.

NG:¿Ha sido víctima de comentarios o valoraciones sesgadas o estereotipadas?

Los he vivido desde pequeña, y de todo tipo. Los supuestos comentarios o valoraciones sesgadas a primera vista podrían parecer buenas, como podría ser "trabajadora" u "obediente" también con connotaciones exotizadoras o objetivizantes.

NG:¿Qué prejuicios crees que existen hacia la comunidad asiáticodescediente en España?

PCH: Que son muy diferentes, en una “otredad” cultural que hace que sean cerrados no puedan integrarse en España. Además de eso, numerosos bulos como que no pagan impuestos, comen gatos y perros o no mueren, derivados de una visión instalada en Occidente de una China dictatorial, atrapada en el tiempo, exótica, milenaria, y con unas costumbres alimentarias e higiénicas deficitarias porque no siguen el estándar de la civilización blanca. He tenido conflictos identitarios porque soy de familia china pero nacida y criada en España, y ha sido complicado gestionarlo. Hay muchos prejuicios. Si sacas buenas es porque eres china, si sacas malas notas estás traicionando tu herencia cultural. Me sentí muy sola, nadie entendía mi realidad, ni tuve referentes hasta la adolescencia. A veces te exigen un estándar, tienes que elegir, o china o española. He tenido muchos problemas de identidad que me marcaron muchísimo.

NG: ¿Tiene o ha tenido conflictos identitarios debido a su lugar de origen o su ascendencia? ¿Cómo los has gestionado?

El precio de integrarme en una sociedad blanca es muy alto. Pagar por perder tu idioma, tus símbolos… A veces decimos que "si me integro más me desintegro". Incluso te ves obligada a cambiar el nombre. He perdido mucho de mi cultura de origen... por ejemplo, empezó a darme mucha vergüenza hablar en chino, incluso con mis padres. Este es un sentimiento que ha perdurado hasta hoy. Cuando era pequeña no quería ser china, quería ser española blanca. Con 15 años me di cuenta de que había perdido demasiado, y fue una experiencia extremadamente dolorosa, tanto que asumí que tenía que volver a empezar y estudiar chino de nuevo.

"El precio de integrarme en una sociedad blanca es muy alto".


A día de hoy me da muchísima vergüenza hablar chino, porque pienso que me van a juzgar. Estudio chino como una extranjera más, aunque mi realidad es la mezcla de lenguas. Cuando más me siento en casa es cuando estoy con alguien con quien puedo mezclar varios idiomas. Necesitamos referentes: artistas, productores escritores, presencia de personas racializadas en todos los ámbitos de la sociedad. Hasta que eso no pase la lucha antirracista no habrá terminado.


NG: ¿Ha notado algún cambio en los últimos años en cuanto a racismo se refiere?

PCH: He visto una evolución positiva de que se empieza a hablar de estos temas en algunos medios de comunicación y esferas públicas, pero ahora mismo todavía hay gente que no considera que vivamos en una sociedad racista, machista y con colectivos oprimidos.

NG: ¿Qué medidas cree que podrían contribuir a erradicar esa discriminación?

PCH: Escuchar y preguntar las demandas de los colectivos y población racializada de España. La presencia de las personas racializadas y migrantes en todas las instituciones y ámbitos de la vida pública (ámbito de la cultura, de la sanidad, del entretenimiento, de los medios, de la educación, etc.), acceso a la representación y poder político y puesta en marcha de planes y protocolos antirracistas en todas las instituciones.