Nuestro planeta, el lugar que consideramos nuestro hogar, está cambiando. Somos nosotros, las personas, quienes lo estamos llevando a su decadencia provocando con nuestras acciones consecuencias que ni siquiera este gran astro puede soportar. Los ecosistemas que nos rodean se esfuerzan diariamente para adaptarse a las variaciones de su entorno, las cuales no solo provocan la extinción masiva de animales sino que también provocan cambios en las condiciones naturales de la biosfera.

Este conjunto de alteraciones se llama cambio climático y está causado por diferentes factores. Un ejemplo sería la deforestación a la cual se enfrentan los bosques y selvas de todo el mundo. Cada día se talan 13 millones de hectáreas de bosques, los cuales, es importante mencionar, representan un 31% de la superficie del planeta, proporcionan los recursos necesarios para dar subsistencia a 1600 millones de personas y son nuestro principal sistema de oxigenación.

Otro ejemplo de los retos a los que se enfrena la Tierra es el aumento de las temperaturas. Desde la industrialización del mundo, las temperaturas han aumentado 1.1 grados y, según los profesionales, si seguimos así podríamos llegar a 4.8 grados más a final de siglo, cosa que supondría la alteración de todos los biosistemas del planeta. Esta variación en el clima se debe principalmente a la expulsión de gases de efecto invernadero provocados por la tecnología humana, sobretodo en los transportes, las industrias y la producción de energía no renovable.

El derretimiento de los polos también es una consecuencia directa de nuestras acciones. El aumento de las temperaturas provoca que estas inmensas masas de hielo se derritan y aumenten el nivel del agua del mar. Según los registros de 2014 a 2019, el nivel del mar está subiendo 5mm al año. Es decir, la desaparición de los polos no solo conlleva la extinción de los animales que viven en esas zonas (osos polares, pingüinos, focas…) sino que también supondría la inundación de muchos territorios costeros y el cambio en las propiedades de los ecosistemas acuáticos.

El cambio climático es un hecho probado que está teniendo lugar justo en estos momentos. No solo afecta a millones de especies sino que también es un problema directo en nuestra sociedad ya que deteriora nuestra salud (respiramos aire contaminado continuamente), destruye ciudades (provoca fenómenos meteorológicos extremos) etc. Por suerte, podemos combatirlo actuando de distintas formas.

Para empezar, tenemos que presionar a nuestros gobiernos para que cambien sus políticas respecto al medio ambiente como hicieron, por ejemplo, en la conferencia de París en 2015, donde los países más influyentes acordaron algunas reglas para proteger nuestro planeta.

Des del punto de vista individual, hemos de realizar pequeñas acciones que seguramente por sí solas no servirían de nada pero que sumadas podrían cambiar el mundo. Ejemplos de estos pequeños sacrificios serían evitar el transporte individual para reducir la expulsión de gases contaminantes, disminuir nuestra consumición de bienes materiales y sobretodo de plásticos o simplemente uniéndonos a organizaciones medioambientales como Greenpeace o WWF para limpiar playas, aportar fondos o cualquier otra actividad que ayude a mejorar esta situación. Juntos podemos conseguir combatir el cambio climático y asegurar así unas mejores condiciones para todas las especies de la Tierra.

Cristina Suñer Beltran. Jesús-Maria Sant Gervasi. Barcelona

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Este es uno de los trabajos ganadores o finalistas del I Concurso de redacción periodística para jóvenes de National Geographic España y RBA Libros, dedicado al Día de la Tierra. Aquí podéis consultar la lista completa de los trabajos premiados y seleccionados por el jurado.