Soldados de la República Popular de Ucrania en 1918. Sometida durante siglos a mongoles, polacos y rusos, Ucrania consiguió sacudirse el yugo extranjero durante el caos que siguió a la Primera Guerra Mundial . Durante estos convulsos años surgieron en su territorio diversos grupos independientes que combatieron tanto a favor como en contra de los bolcheviques. Sin embargo, la victoria final de Lenin en la Guerra Civil Rusa, en 1919, supuso su reconversión en una república satélite de Moscú; situación que con un breve paréntesis de ocupación nazi entre 1942 y 1944 seguiría igual hasta la caída de la Unión Soviética. La cadena de la libertad A finales de los años 80 la decadencia del estado soviético ya era evidente. Las marchas y protestas pidiendo su disolución se sucedían por toda su extensión, y en algunas repúblicas se empezaban a formar grupos armados para expulsar al Ejército Rojo. Uno de los símbolos más famosos de su fragmentación fue la conocida como cadena de la libertad, en la que dos millones de personas unieron sus manos a lo largo de una línea de 600 kilómetros para exigir la independencia de los estados bálticos de la URRSS en 1989. El control sobre las repúblicas soviéticas En Moscú las cosas no iban mucho mejor, y el Secretario General del partido Mikhail Gorbachev se vio obligado a suavizar su control sobre las repúblicas que formaban la Unión Soviética , ante la imposibilidad de reprimir el creciente movimiento separatista. Esto llevó a unas nuevas elecciones que el partido comunista perdió en el Báltico, Moldavia y el Cáucaso. Al poco tiempo de estas elecciones Lituania, Estonia y Letonia declararon su independencia. Rebelión contra el Kremlin Lo desesperado de la situación llevó a parte del ejército ruso a rebelarse contra el Kremlin, para imponer un gobierno de línea dura que impidiera la disolución de la URRSS mediante un golpe de estado que se desarrolló entre el 19 al 23 de agosto de 1991. La población de Moscú se echó a la calle para oponerse a la revuelta, y los militares, incapaces de masacrar a su propia población, terminaron por volver a los cuarteles tras algunas escaramuzas con la multitud. Referéndum por la independencia de Ucrania En Ucrania esa fue la gota que colmó el vaso, en una reunión maratoniana de 11 horas el Soviet Supremo del país votó a favor de la independencia , decisión ratificada al poco por Leonid Kravchuk, líder del Partido Comunista Ucraniano. El 1 de diciembre un referéndum confirmaba esta transcendental decisión , votando el 92,3% de los ucranianos a favor de separase de la URRSS. De este modo Ucrania pasaba a ser un país libre tras 72 años de ocupación rusa. Corrupción en el gobierno de Ucrania Los primeros pasos de la joven nación estuvieron marcados por la corrupción y los escándalos políticos, con casos tan sonados como una grabación en la que su segundo presidente, Leonid Kuchma (a la derecha de la imagen), ordenaba la ejecución del periodista Georgiy Gongadze por intentar esquivar la censura del gobierno. Pese a ello, la primera década de independencia fue un período de crecimiento económico para Ucrania , que estableció buenas relaciones con sus vecinos y un tratado de cooperación con la Unión Europea. Revolución Naranja El primer escollo llegó en 2004, cuando las reñidas elecciones entre el candidato pro-ruso Víktor Yanukóvich y el europeísta Víktor Yúshchenko (que ganó el primero) llevaron a la anulación de los resultados por el Tribunal Supremo de Ucrania , presionado por manifestaciones masivas y acusaciones de fraude en la conocida como Revolución Naranja, así llamada por las pancartas y ropa de este color que simbolizaba la oposición a Yanukóvich. Yúshchenko vencedor Gracias a una segunda votación, Yúshchenko fue elegido presidente , y su mandato marcó sin duda el inicio del conflicto con la Federación Rusa de Vladimir Putin. Pese a todas sus promesas electorales, la integración en la Unión Europea no avanzó durante los seis años que estuvo en el poder, por lo que su popularidad se hundió y provocó la deserción de la Primera Ministra Yulia Tymoshenko, quien se presentó como candidata alternativa a las elecciones de 2010. Acercamiento a Rusia La división interna del partido pro-europeo y la falta de progresos en el proyecto comunitario ayudaron en la victoria electoral de Viktor Yanukóvich, quien se convirtió en el cuarto presidente de Ucrania el 25 de febrero de 2010. De inmediato la orientación política del país cambió radicalmente, pues se restablecieron las relaciones con Rusia, y se firmó un nuevo acuerdo sobre las importaciones de gas más favorable a las empresas rusas. Además un tema tan espinoso entre las dos naciones como el Holodomor, la gran hambruna dejó de ser considerado oficialmente como un genocidio. Represión política Signo del cambio de los tiempos fue el proceso contra Yulia Tymoshenko (convertida ahora en líderesa de la oposición), quien fue acusada de corrupción y abuso de poder por el fiscal general del estado, y condenada a siete años de prisión. Esta sentencia fue denunciada por la mayoría de potencias occidentales como una forma de represión política . Guerrilla urbana El nuevo enfoque de Ucrania creó un resentimiento creciente entre la población. Cuando en 2013 Yanukóvich se negó a renovar el acuerdo con la Unión Europea , en Kiev estallaron graves protestas. La violenta reacción del gobierno provocó que la situación degenerara en una verdadera guerra urbana entre los manifestantes y la policía. Disturbios por el futuro del país La Plaza de la Independencia (Maidan Nezalezhnosti) se convirtió en el campo de batalla donde se habría de decidir el destino de Ucrania : los manifestantes la fortificaron con barricadas y establecieron allí un campamento permanente, al tiempo que sucesivas oleadas de antidisturbios y militares se estrellaban contra ella. Piquetes a las puertas del parlamento el día de la votación Todo terminó el 21 febrero de 2014, cuando masas de manifestantes tomaron el parlamento y el Ministerio del Interior . Los diputados de la oposición votaron una moción de censura contra Yanukóvich y su gabinete al día siguiente, obligándole a marchar al exilio. Tymoshenko fue inmediatamente liberada de la cárcel, y el país quedó finalmente en manos de un gobierno europeísta encabezado por Oleksandr Turchynov. Buques rusos atracados en Sebastopol en 2010 La reacción de Rusia no se hizo esperar. En el Kremlin una cierta preocupación por la marginalización de las áreas rusoparlantes del este del país, mientras que el acercamiento a occidente podía privar a Putin de un valioso socio comercial y disminuir los beneficios de grandes empresas petroleras como Gazprom. Además la base naval de Sebastopol (cedida a la flota rusa por Yanukóvich) corría peligro de volver a manos ucranianas, con lo que esta perdería sus principales instalaciones en el Mar Negro . Invasión de Crimea Finalmente, a principios de 2014, el presidente ruso ordenó la invasión de Crimea el día antes de la caída de Yanukóvich, anexionando la península a la Federación Rusa por decreto el 18 de marzo del mismo año. En abril gran parte de las regiones rusófonas de Donetsk y Lugansk también se escindieron de Ucrania, con apoyo militar y logístico de Putin. Guerra sin tregua Esta secesión fue el inicio de un prolongado conflicto entre las dos repúblicas rebeldes y las fuerzas ucranianas, en el que tanto los Estados Unidos como Rusia proveían a sus respectivos aliados con armas, dinero y asesores militares. Este conflicto de baja intensidad se habría de alargar hasta el día de hoy, interrumpida por breves treguas que ningún bando respetaba durante mucho tiempo. En la imagen vemos como un soldado se parapeta en una trinchera durante la lucha contra los rebeldes en la región de Dombás en 2015. Hacia Europa La responsabilidad de guiar a Ucrania durante los difíciles años que siguieron a la invasión rusa recayó en Petró Poroshenko, quien naturalmente reforzó los lazos con la Unión Europea , consiguiendo un visado de 90 días para los ucranianos que quisieran entrar en el espacio Schengen, y un nuevo acuerdo en el que se reducían algunos impuestos al intercambio comercial y se intentaba alinear los productos ucranianos con el estándar europeo para facilitar su exportación. Cisma con Rusia Si por algo se caracterizó la presidencia de Poroshenko fue por su carácter autoritario. Como represalia por la anexión de Crimea decretó que no se podría enseñar en ruso en escuelas y universidades, y también convenció a la Iglesia de Ucrania de que se escindiera del patriarcado de Moscú para convertirse en una institución independiente. El patriarca Bartolomeo de Constantinopla (izquierda) aceptó integrar a los ortodoxos ucranianos en su rebaño, entregando la autorización pertinente al metropolitano de Kiev Epifanio (derecha). Cooperación con Occidente En el plano estratégico, Ucrania estableció una firme alianza con los gobiernos de Barack Obama y de Donald Trump, a cambio de s ubsidios, instructores y armamento mientras durara el conflicto con Rusia. A partir de 2015 empezó a cooperar asimismo con la OTAN, mediante la implementación de varios programas destinados a incrementar sus sistemas de defensa y mejorar el entrenamiento del personal militar. En 2021 esta colaboración dio un paso más con la ejecución de maniobras militares en el país con la participación de tropas estadounidenses y europeas . En la imagen uno de los buques británicos que participaron en los ejercicios militares. Zelenski presidente En 2019 se produjeron de nuevo elecciones, y Poroshenko fue sustituido por el actor y director Volodímir Zelenski, quien continuó con la política de su predecesor. Sin embargo sus promesas de acabar con la corrupción y la guerra no se materializaron, sino que el conflicto con los rebeldes en Dombás continuó al no poder alcanzar ningún acuerdo con Moscú. Litio, casus belli? De hecho la conflagración en el este de Ucrania no hizo más que empeorar , incrementándose gradualmente la presencia de tropas rusas y armamento de la OTAN en una irreversible escalada militar. La concesión de dos importantes minas de litio a la empresa australiana European Lithium en detrimento de la compañía china Chengxin Lithium, fue otro signo evidente de este alineamiento con occidente al mismo tiempo enfrió las relaciones con una China que se había mostrado rigurosamente neutral durante todo el conflicto. La guerra se recrudece La tensión fue creciendo entre las dos naciones hasta que a las cuatro de la mañana del 24 de febrero empezaba un nuevo y sangriento episodio de este prolongado conflicto , con el ataque de la aviación rusa a los aeropuertos y bases militares de Ucrania, consiguiendo en pocas horas una superioridad aérea vital mientras columnas de tanques y soldados invadían el país vecino desde Crimea, Bielorussia y el Dombás. Un triste éxodo Mientras el ejército de Zelenski lucha tenazmente por cada metro de terreno y las tropas rusas se abren paso lentamente por el país, más de 2,5 millones de ucranianos (según las Naciones Unidas ) ya se han refugiado en el extranjero, huyendo de una guerra que golpea a civiles y combatientes de forma indiscriminada.