El violento terremoto que sacudió recientemente el sur de Marruecos, con un saldo inicial de cerca de 3.000 muertos y más de 5.000 heridos, ha sacado a la luz las profundas brechas en la infraestructura gubernamental del país y el papel centralizador del rey Mohamed VI. 

A medida que la nación lucha por recuperarse, los ojos están puestos en una monarquía que parece estar en una especie de parálisis frente a la urgencia de la crisis. Pero, más allá de la política, se revela una sociedad civil fuerte y resiliente, uniendo esfuerzos para brindar ayuda en un momento de desesperación.

LA HIPERCENTRALIZACIÓN DEL PODER

En Marruecos, donde el poder parece converger únicamente en el vértice del rey, un líder constitucional pero con enormes poderes, el aparato gubernamental muestra signos de inoperancia y retardo en su respuesta a la emergencia. A pesar de la magnitud de la crisis, el Gobierno ha estado notablemente ausente, actuando sin una clara iniciativa y aparentemente esperando instrucciones del monarca.

 

El rey de Marruecos Mohamed VI
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El rey de Marruecos Mohamed VI durante una cumbre con el Gobierno de España en 2019.

El primer ministro, Aziz Ajanuch, parece liderar un gobierno en estado de semiparálisis, una imagen que contrasta fuertemente con las respuestas proactivas de la sociedad civil y el ejército. Esta discrepancia ha planteado preguntas válidas sobre la eficacia de un sistema que centraliza tanto poder y decisión en una sola entidad.

EL RECHAZO DE AYUDA

En medio de una catástrofe que ha silenciado a muchas instituciones en Marruecos, el Ministerio del Interior se erige como la única entidad gubernamental que mantiene una comunicación constante con el público, proporcionando actualizaciones regulares sobre el número de víctimas resultantes del devastador terremoto. En un comunicado reciente, la entidad ha especificado que Marruecos ha optado por limitar su recepción de ayuda internacional a ofertas provenientes de cuatro "países amigos", una designación que pone de relieve las alianzas diplomáticas preferenciales en este momento crítico.

Esta selección estratégica ha situado a dos naciones europeas, España y el Reino Unido, junto con dos potencias destacadas del mundo árabe, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, en una posición privilegiada de colaboración con Marruecos en sus esfuerzos de respuesta y recuperación tras el terremoto.

 

Terremoto Marruecos ayuda
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Entrega de ayuda humanitaria a damnificados del terremoto en Marruecos. 

De este modo, Marruecos ha rechazado frontalmente la ayuda de Francia, a pesar de que estén mejor preparados que Qatar o Emiratos Árabes. De modo que es muy probable que este rechazo se deba a motivos meramente geopolíticos. 

Esta tensión entre ambas naciones quedó patente hace muy poco, en 2021, cuando las autoridades francesas manifestaron que el gobierno de Rabat había utilizado el software espía Pegasus para infiltrarse en las comunicaciones de Emmanuel Macron y de otros miembros de su administración. Como respuesta a esto, Francia disminuyó considerablemente la cantidad de visados concedidos a ciudadanos marroquíes. A esto se suma la cuestión del Sahara Occidental, sobre la cual Macron no ha adoptado una postura tan firme, y que es una disputa prolongada por la soberanía de un territorio desértico, involucrando principalmente a Marruecos y al Frente Polisario.

 

El rey Mohamed VI de Marruecos terremoto
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El rey Mohamed VI de Marruecos dona sangre después del devastador terremoto de septiembre de 2023 en el país del norte de África.

Además, Francia no es la única nación que ha encontrado resistencias por parte de Marruecos. Este lunes por la tarde, se confirmó que Marruecos también ha declinado la oferta de asistencia procedente de Alemania. Este gesto por parte de Marruecos subraya una posible estrategia diplomática que parece estar orientada hacia una colaboración selectiva, enfocándose en fortalecer las relaciones con ciertas naciones mientras que, por razones aún no clarificadas, excluye a otras de su cooperación en estos momentos de crisis.

EL PAPEL DE ESPAÑA

Por el momento, el pasado lunes, Ajanuch lideró una reunión interministerial con el propósito de coordinar el auxilio a los afectados por la reciente catástrofe, durante la cual declaró que el Gobierno proporcionará asistencia financiera para restaurar o enmendar las residencias que fueron devastadas o afectadas por el terremoto. Además, confirmó la reconstrucción de aproximadamente cincuenta infraestructuras educativas que quedaron en ruinas debido al sismo.

A pesar de estas promesas, muchas comunidades y villas han tenido que valerse por sí mismas para manejar las repercusiones del desastre, con una asistencia mínima facilitada por envíos de ayuda humanitaria de organizaciones y ciudadanos de diferentes partes del país, quienes se han trasladado personalmente para prestar apoyo a los damnificados.

Por otro lado, la Unidad Militar de Emergencias (UME) de España ya está operando en la localidad de Amizmiz, situada a unos 45 kilómetros al sur de Marrakech, desde donde trabaja conjuntamente con el equipo de rescate del Reino Unido en una base militar.

 

Foreign aid during 2023 Al Haouz earthquake 01

El contingente presente en el primer vuelo enviado incluye una unidad de búsqueda y rescate de la BIEM IV (Zaragoza), conformada por 46 militares, junto a un equipo de coordinación del Cuartel General (UMEDAT), que consiste de 10 miembros, según lo indicado por el Ministerio de Defensa. Además, este despliegue cuenta con la asistencia de cuatro caninos especializados en labores de rescate.

Los grupos especializados en Búsqueda y Rescate (USAR) hacen uso de caninos entrenados y herramientas tecnológicas avanzadas, como geófonos, cámaras telescópicas y georradar, con el objetivo de localizar y, si es necesario, rescatar a las víctimas de sismos. Adicionalmente, están equipados con instrumentos capaces de cortar y perforar materiales de alta resistencia, como el hormigón armado. También poseen recursos para identificar la presencia de sustancias tóxicas o explosivas, facilitando de este modo una operación de rescate segura para los equipos de emergencia.

Se espera que, en los próximos días, las autoridades marroquíes puedan reconsiderar su postura y abrir canales de colaboración con una gama más amplia de naciones, aprovechando la voluntad global de asistir en la recuperación del país. La comunidad internacional, por su parte, permanece dispuesta a brindar apoyo, subrayando la importancia de la unidad y la colaboración en estos momentos de adversidad.