
La concentración de población en las ciudades es una tendencia creciente en todo el mundo. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, más de la mitad de los habitantes del planeta viven en un área urbana, y pronostica que para el año 2050 se llegará a un 70%. Uno de cada ocho de esos urbanitas vive en una megaciudad, que la ONU define como aquella urbe que supera los 10 millones de habitantes.
Aquellas noticias me inspiraron a iniciar esta serie, que he titulado "Metrópolis". Quería centrarme en las estadísticas de la ONU y mostrar la realidad que retratan. Así pues, entre 2007 y 2015 fotografié megaciudades y documenté el dinámico proceso de urbanización.
Me hice una serie de preguntas: ¿cómo puede vivir la gente en ciudades tan abarrotadas, frenéticas y caóticas? ¿Y qué tienen todas ellas en común?
Intento poner a la vista el contraste entre riqueza y pobreza, cultura tradicional y desarrollo puntero. Me fascina que tantas personas puedan coexistir en lugares tan sobrepoblados. Siempre falta espacio. Pero también existe una corriente de inventiva, una conciencia de comunidad.
Cada vez que trabajo en una ciudad nueva recluto un ayudante autóctono. Hablamos de lo que deberíamos visitar y, si algún sitio concreto tiene buena pinta, buscamos un punto elevado de observación donde apostarnos. Entonces toca esperar.
Para visualizar la velocidad de la vida urbana y captar su energía, utilizo largas exposiciones. Es importante saber qué elementos del encuadre son móviles y cuáles estáticos. Tiene que haber un equilibrio: armonía dentro del caos.
Todas mis fotos están hechas con película. Mi objetivo es sintetizar la vida megaurbana en una única imagen panorámica, caleidoscópica. Todas las de esta serie son multicapa: cuanto más las miras, en especial con ampliaciones, más cosas ves. Las he estudiado un millón de veces y sigo encontrando nuevos relatos. Espero que ustedes también.