El lince ibérico (Lynx pardinus), endémico de la Península Ibérica, es el felino más amenazado del planeta. En la actualidad, con poco más de 800 ejemplares en libertad y gracias a reiterados esfuerzos en favor de la conservación de la especie, el lince ibérico sigue luchando contra la extinción. La reintroducción de la especie en nuevos entornos y la proliferación en sus antiguos santuarios, como Doñana o Sierra Morena, favorece que la población de linces crezca paulatinamente. En 2002, no había más de 100 ejemplares en libertad en la Península Ibérica, mientras que en la actualidad esa cifra se ha multiplicado por ocho. Todos estos éxitos y su lucha maratoniana por la supervivencia han hecho que haya pasado de ser considerada una especie en peligro crítico de extinción a una en peligro de extinción. Ligeros matices, detalles, pero que para los linces suponen la diferencia entre la supervivencia y la extinción.