Georgina Marcelino, 35 años. Nacida en República Dominicana, residente en España desde hace 11 años

Publicista, y artista visual. Profesora universitaria de comunicación publicitaria y medios digitales. Es Doctora en Publicidad y Relaciones Públicas, especialista en comunicación de marca.Productora y coconductora del podcast afrocaribeño “La Güira”. Esta entrevista forma parte del reportaje: "La huella invisible de la discriminación racial en España".

National Geographic España: ¿Cómo definiría el racismo?

Georgina Marcelino: El racismo es un sistema que coloca a los cuerpos blancos occidentales en una posición superior cuando denomina al resto de cuerpos no blancos como “los otros”. Siendo un sistema, consigue que toda la violencia que se ejerce sobre la población racializada esté validada estructuralmente.

NG: ¿Qué estigmas cree que sufre la población racializada en España?
GM:
Cada población racializada recibe estigmas distintos, aunque todas las personas que la integran son igualmente oprimidas por el sistema racial. Por ejemplo, no es lo mismo ser una persona latinoamericana blanca que una latinoamericana negra. Como tampoco es lo mismo para una persona africana negra que además es musulmana. Eso va colocando capas de opresión sobre los individuos. En función de la la comunidad a la que pertenezcas o el territorio en el que vivas recibirás un estigma u otro.

NG: ¿Ha sido víctima de discriminaciones por motivos raciales?
GM:
En mi caso, más que ataques, he sufrido discriminaciones varias, sobre todo en lo que hace referencia a los mal llamados ‘microrracismos’, que al final es racismo cotidiano. Discriminaciones en el ámbito en mi propio ecosistema social, relacionados con el acceso a determinadas oportunidades profesionales en una persona migrante, negra y caribeña, características que me añaden distintas capas de discriminación. No usaría la palabra ‘ataque’, pero sí discriminaciones lo suficientemente relevantes como para evitar que yo pueda vivir mi vida de la manera que a mi me gustaría.

NG: ¿Ha sido víctima de comentarios sesgados o estereotipados?
GM:
Quiero que quede muy claro que a mí la palabra ‘víctima’ no me gusta nada. Pero sí, he recibido comentarios y he recibido valoraciones sesgadas y estereotipadas. Muchas, además. En España la idea que se tiene de las personas negras está bastante estereotipada. Se pone poca atención a nuestras experiencias reales, y se crea una idea preconcebida de qué es una persona negra. El hecho de ser caribeña, dominicana, también tiene su propio peso. Y se nota mucho.

NG: ¿Qué prejuicios cree que existen hacia la comunidad afrodescendiente en España?
GM:
Yo creo que el racismo "antinegro" es un racismo universal, es el que más predomina en el mundo y es muy específico. En España se asocia con la constante incapacitación de las personas afrodescendientes, señalándonos como personas menos capacitadas, con menos educación o menos válidas desde el punto de vista social o laboral. Existe esta idea de que somos seres inferiores, eso es racismo estructural puro y duro, pero se manifiesta mucho también en lo social. Uno de los temas que más me preocupan es ver cómo se valida la violencia que se ejerce sobre los cuerpos negros. Y notas también que la prensa, los medios de comunicación no hacen sino contribuir a esa validación, deshumanizando estos cuerpos a través de palabras como “invasión, avalancha “, términos que no son inocentes. Es hecho es al final una forma de posicionar a seres humanos como si fuese una masa homogénea en vez de personas humanas. Es algo muy peligroso.

También me preocupan los prejuicios que existen hacia la comunidad afrodescendiente. Cuando se nos abren determinados espacios o por fin se nos da una oportunidad para que estemos presentes, quieren que sea de una forma estereotipada: que solo haya negros hablando de racismo, que solo haya personas en situación irregular, empobrecidas, porque así podemos seguir alimentando esta idea de la persona negra y limitar a todo el mundo a una sola masa. Los ciudadanos negros residentes en España vivimos situaciones diversas: algunas somos migrantes, otras no… El problema del racismo es asumir que un caso dos, tres, cuatro, una serie de casos determinados son representativos de toda una comunidad. Eso es muy peligroso.

NG: ¿Tiene o ha tenido conflictos identitarios? ¿Cómo los ha gestionado?
GM:
Yo no he tenido conflictos identitarios, porque afortunadamente mi niñez no la viví siendo migrante. Cuando vives la migración desde la niñez o cuando eres hijo o hija de padres migrantes tienes que enfrentarte a esos dos mundos. Sí, recibí muestras de racismo a lo largo de mi infancia - por eso recalco que el racismo antinegro es el más universal-. A pesar de que provengo de un país afrodescendiente, he vivido el racismo durante toda mi vida, incluso cuando era niña. Sin embargo, estos comentarios no han sido determinantes para el desarrollo de mi identidad. Al contrario, ha sido bonito la posibilidad de que me encuentre con mi propia “negritud” y abrazar mi identidad de mujer negra como adulta. Y es algo en lo que haber emigrado ha influido, como el hecho de que de estar en Europa. Pero bajo ningún concepto diría que he tenido conflictos identitarios.

“ El grave error de todas estas décadas ha sido que se habla de nosotras sin que estemos presentes".

​NG: ¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta la población racializada en España?
GM:
Diría que las principales dificultades son el acceso a cuestiones tan básicas como la vivienda digna, el trabajo digno, no precarizado. No hay trabajo para todas las personas racializadas, y cuando la hay se empuja a que sea precario. Esto se explica por el hecho de que lo racial sea un sistema. Otra dificultad es el hecho de que las políticas públicas no se planteen desde la consideración de las cuestiones raciales. Todavía se sigue pensando en esa idea de que todos somos iguales, pero eso no es así. Cuando se plantean políticas públicas, políticas de Estado que vayan a influir en toda la población civil, se debería tener en cuenta las cuestiones raciales. Esta es una dificultad que es común a todas las comunidades racializadas.

Georgina Marcelino
Foto: Riddim-Mal-Kasse; IG: @_notaworminapotatoe_

NG: ¿Ha notado algún cambio en los últimos años en cuanto a racismo se refiere?
GM: El mayor cambio que he notado es que las personas racializada estamos empoderadas para contar nuestra situación sin miedo, no desde una posición de víctima, sino de una posición de poder donde dejamos claras cuáles son nuestras reivindicaciones y cómo debemos ser tratadas en la sociedad. Cada vez hay un poco más de presencia de personas racializadas. Las comunidades están más unidas, los discursos son más claros, y sabemos lo que queremos para nuestro futuro y el de las futuras generaciones.

NG: ¿Qué medidas cree que podrían contribuir a erradicar esa discriminación?
GM:
En este caso lo tengo clarísimo. Todo parte de la educación. Es necesario trabajar con las nuevas generaciones en una visión no estereotipada y no sesgada, seamos migrantes o no. También contribuirá mucho la forma en que los medios hablan de nosotras, en las que cuentan nuestras experiencias. El grave error de todas estas décadas ha sido que se habla de nosotras sin que estemos presentes. Es el principal problema, porque no se puede erradicar una discriminación si al final todas las ideas que expreso vienen desde la perspectiva de quien no las sufre. En este sentido, el papel de los medios será determinante. Va a ser muy relevante tener cada vez a más personas racializadas en puestos de decisión. Esa sería una medida que definitivamente contribuiría a erradicar el racismo.

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