Una apuesta firme: producir, utilizar y reciclar. Conscientes del papel clave que deben desempeñar las empresas en la gestión ambiental eficiente, Damm ha apostado firmemente por la economía circular, que busca revalorizar el ciclo de vida de las materias primas que utiliza en sus procesos de elaboración, minimizando así su impacto en el medio ambiente. Y es que más del 99 % de las materias primas de Damm son valorizables y reincorporables a la cadena productiva.
En su fábrica principal, Damm ha logrado que las más de 90.000 toneladas anuales de bagazo (subproducto orgánico, fruto de la cocción de la malta de cebada y el arroz) generadas alimenten a vacas de decenas de granjas, una gesta que replican en todas sus plantas de producción. La reducción de los consumos en los procesos productivos (en la última década el uso del agua ha disminuido en un 37 %) y el ecodiseño de los envases (un objetivo claro es eliminar las anillas de plástico de todos sus productos, lo que supondría la supresión de casi 89 millones de unidades de anillas al año) son algunos de los objetivos de su política ambiental. Todo ello, junto con el fomento de un transporte sostenible y las iniciativas para mejorar la eficiencia en sus fábricas, que han permitido a la compañía reducir sus emisiones en más de 2.600 toneladas al año.

Además, de la mano de SEO BirdLife, Damm participa en un proyecto de limpieza de basura en playas y montes, y cada verano recupera más de un millón de latas gracias a los compactadores instalados a lo largo del litoral mediterráneo. Seguro que el fundador de la marca, el alsaciano August Kuentzmann Damm, quien junto con su esposa abrió su primera cervecería en 1876, estaría encantado con tamaña evolución.
- Proveedores de proximidad: Los ingredientes empleados para la elaboración de las cervezas de Damm proceden de la agricultura de proximidad y suponen un gran ahorro energético derivado del transporte.
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No más anillas de plástico: Las anillas para montar los packs de latas son uno de los contaminantes plásticos más perjudiciales para la fauna marina. Damm trabaja para sustituirlas por un embalaje de cartón sostenible, lo que supondría la eliminación del plástico en este proceso.
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No más residuos: El bagazo (restos de fibra de la cebada y del arroz) y la levadura sobrantes de la elaboración de la cerveza se destinan a la alimentación animal.
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Envases: Un 65% de sus envases son retornables (barriles y botellas), y el 100% reciclables.
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Arquitectura: Las plantas de elaboración y el resto de las instalaciones de la compañía han sido adaptados para que sean respetuosos con el medio ambiente.
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Reconocimiento: En 1999 Damm obtuvo la primera certificación ISO 14001 en nuestro país, calificación que ha mantenido hasta hoy.
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Arroz: A diferencia de la mayoría de las cervezas que usan el maíz para favorecer el paso en boca y darle una mejor bebescibilidad, Estrella Damm es una de las pocas que utilizan arroz mediterráneo en su receta.
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Lúpulo: En agosto de 2017, Damm cosechó por primera vez lúpulo en Prades (Tarragona). De su flor se extraen alfa-ácidos y aceites esenciales que se emplean en la producción de la cerveza, un proceso que se usa desde la Edad Media.