La primera estrategia europea sobre plásticos, aprobada en enero de 2018, es parte de la transición hacia una economía más circular. Se preve que protegerá el medio ambiente de la contaminación de los plásticos al tiempo que incentiva el crecimiento y la innovación, convirtiendo así un obstáculo, en un programa positivo para el futuro de Europa.

En este sentido, la cantidad de residuos de plásticos en los océanos y mares no para de aumentar. Y es por esa razón que la Comisión Europea ha propuesto recientemente la aplicación de nuevas normas a nivel de la Unión Europea para los 10 productos de plástico de un solo uso que se encuentran con más frecuencia en las playas y mares de Europa.

Juntos, esos productos representan el 70 % de todos los residuos marinos. La nueva normativa se han adaptado para obtener los mejores resultados posibles. Esto quiere decir que se aplicarán medidas diferentes a diferentes productos.

Se prohibirá la comercialización de productos de plástico de un solo uso para los cuales haya alternativas asequibles

El vicepresidente primero Frans Timmermans, responsable de Desarrollo Sostenible, ha declarado que: "esta Comisión prometió que iba a ser ambiciosa en los grandes temas. Los residuos plásticos son, sin lugar a dudas, uno de esos grandes temas, y Europa tiene que actuar unida para hacerle frente, ya que esos residuos acaban en nuestro aire, suelos, océanos y alimentos. Las propuestas reducirán la presencia de los plásticos de un solo uso en nuestros supermercados gracias a la aplicación de una serie de medidas. Vamos a prohibir algunos de esos artículos y los sustituiremos por alternativas más limpias".

Así, se prohibirá la comercialización de productos de plástico de un solo uso para los cuales haya alternativas asequibles. En el caso de los productos para los que no haya alternativas fácilmente disponibles, el objetivo será limitar su uso imponiendo un objetivo de reducción del consumo a nivel nacional; aplicar requisitos de diseño y etiquetado e imponer obligaciones de gestión y limpieza de residuos a los productores. La nueva normativa situará a Europa a la delantera de una cuestión con implicaciones mundiales.

"Se trata de una gran oportunidad para que la industria europea desarrolle su papel de líder mundial en nuevas tecnologías y materiales"

"Con nuestra estrategia sobre los plásticos, estamos sentando las bases de una nueva economía del plástico, circular, al tiempo que orientamos la inversión en la misma dirección. Esto nos ayudará a reducir los residuos plásticos en tierra, mar y aire y ofrecerá nuevas oportunidades para la innovación, la competitividad y el empleo. Se trata de una gran oportunidad para que la industria europea desarrolle su papel de líder mundial en nuevas tecnologías y materiales. Los consumidores tienen la capacidad de tomar decisiones conscientes que protejan el medio ambiente. Es una situación de la que realmente todos podemos obtener beneficios", añade el vicepresidente Jyrki Katainen, responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad.

En todo el mundo, los plásticos representan el 85 % de la basura marina. Es más, los plásticos llegan a nuestros pulmones y mesas, ya que los microplásticos están presentes en el aire, el agua y los alimentos, con efectos desconocidos para nuestra salud. Es imprescindible afrontar el problema que plantean los plásticos, y hacerlo puede crear nuevas oportunidades de innovación, competitividad y empleo.

Se desprende así mismo de la nueva legislación que las empresas obtendrán una ventaja competitiva: la existencia de un conjunto único de normas para todo el mercado de la Unión Europea puede servir de impulso para que las empresas europeas desarrollen economías de escala y sean más competitivas en un mercado mundial en expansión de productos sostenibles. Mediante el establecimiento de sistemas de reutilización -como los sistemas de consigna-, estas las empresas pueden asegurarse un suministro estable de material de gran calidad. En otros casos, el incentivo para buscar soluciones más sostenibles puede dar a las empresas el liderazgo tecnológico frente a sus competidores de todo el mundo.

Medidas diferentes para productos diferentes

Después de haber afrontado el problema de las bolsas de plástico en 2015, el 72 % de los europeos afirma haber reducido el uso de ese tipo de bolsas, según los datos del Eurobarómetro. Ahora, la UE se está ocupando de los diez productos de plástico de un solo uso que representan el 70 % de la basura marina en Europa. Las nuevas normas introducirán lo siguiente:

En todo el mundo, los plásticos representan el 85 % de la basura marina

Prohibición del plástico en determinados productos: Los productos de plástico de un solo uso no podrán comercializarse cuando haya alternativas fácilmente disponibles y asequibles. La prohibición se aplicará a los bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, las pajitas y los agitadores de bebidas, que deberán estar fabricados exclusivamente con materiales más sostenibles.

Los recipientes de bebidas de un solo uso de plástico solo podrán comercializarse si sus tapas y tapones permanecen unidos a ellos.

Objetivos de reducción del consumo: los Estados miembros tendrán que reducir el uso de los recipientes alimentarios y de los vasos de plástico. A tal fin, pueden establecer objetivos de reducción a nivel nacional, ofrecer productos alternativos en el punto de venta o garantizar que no puedan proporcionarse de forma gratuita productos de plástico de un solo uso.

Obligaciones de los productores: los productores contribuirán a cubrir los costes de la gestión y la limpieza de residuos, así como de las medidas de sensibilización en relación con los recipientes alimentarios, los envases y envoltorios, por ejemplo, de patatas fritas y golosinas, así como recipientes y vasos de bebidas; colillas; toallitas húmedas; los globos y las bolsas de plástico ligeras. También se ofrecerán a la industria incentivos para desarrollar alternativas menos contaminantes a esos productos.

Objetivos de recogida:los Estados miembros estarán obligados a recoger el 90 % de las botellas de bebidas de plástico de un solo uso de aquí a 2025 mediante, por ejemplo, sistemas de consigna.

Requisitos de etiquetado: algunos productos deberán llevar una etiqueta clara y normalizada que informe sobre el modo de eliminación de los residuos, su impacto ambiental negativo y la presencia de plásticos en ellos. Este requisito se aplicará a las compresas higiénicas, las toallitas húmedas y los globos.

Medidas de sensibilización: también los Estados miembros estarán obligados a aumentar la sensibilización de los consumidores sobre los efectos negativos de tirar plásticos de un solo uso así como sobre la disponibilidad de sistemas de reutilización y las posibles opciones de gestión de residuos para todos esos productos.

La iniciativa responde al compromiso adoptado en la estrategia europea sobre el plástico de hacer frente a los residuos de plásticos, que son nocivos y constituyen un derroche y que busca aportar nuevos beneficios tanto ambientales como económicos. Se calcula que con las nuevas medidas, por ejemplo, se evitará la emisión de 3,4 millones de toneladas equivalentes de CO2 anuales; que se produzcan unos daños ambientales cuantificados monetariamente en unos 22. 000 millones de euros de aquí a 2030; y que permitirán a los consumidores ahorrar cerca de 6.500 millones de euros durante este periodo.