Por fortuna ocurrió a eso de las cinco de la mañana, cuando la ciudad de Fukuoka, en el extremo occidental de Japón, aún dormía. A esa hora de reposo, incluso en el distrito financiero de Fukuoka, se abrió un socavón descomunal en una calle céntrica de cinco carriles y no se produjeron víctimas. "Vi como se hundía un semáforo, fue realmente aterrador", declaraba un ciudadano a la cadena de televisión Fuji TV.
La tierra se tragó el asfalto, reventó los conductos del agua, gas y electricidad y dejó los cimientos de los edificios colindantes al desnudo. El agua empezó a manar a chorros creando una poza artificial en el downtown de Fukuoka, hasta que las autoridades emprendieron las preceptivas tareas de drenaje y evacuaron la zona para evitar nuevos desastres. "Un accidente como este es inaudito y nunca debería de haber ocurrido", protestaba Soichiro Takashima, el alcalde de la ciudad, según recoge The Associated Press. "Debemos de evitar accidentes secundarios y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para restablecer la importante infraestructura", añadía.
¿Cómo puede originarse semejante socavón en una ciudad desarrollada? Las autoridades aún lo están investigando, pero el origen podría estar en unas obras cercanas para ampliar la línea de metro de Nanakuma. Un socavón se produce habitualmente cuando el agua subterránea ácida corroe la piedra caliza o la roca subterránea, creando una especie de cuevas interiores cuyo techo acaba desmoronándose. La construcción de infraestructuras subterráneas también puede desencadenar estos hundimientos de tierra.