El océano es fascinante. Masas de agua profundas y misteriosas que cubren el 71% del planeta Tierra. Además de alegrarnos el alma con su belleza, es un aliado fundamental para combatir la emergencia climática, pues tiene un papel clave en la reducción del dióxido de carbono atmosférico. Y cuanta más diversidad alberga, mejor ejecuta esta tarea.

Una de las amenazas para nuestros océanos es la pesca. Aproximadamente un 40% de los peces capturados en pesca de arrastre son tirados por la borda al tratarse de pesca accidental. La mayoría muertos antes de tocar el agua. Dejar de sobreexplotar los mares es necesario, sin embargo, organizaciones conservacionistas apuntan que la cifra de áreas marinas protegidas no supera el 5%.

Y hablemos de los plásticos. ¿Habéis oído hablar de la Isla de Basura del Pacífico? Se trata de un continente de plástico que fue hallado y documentado por Charles Moore, un oceanógrafo y capitán marítimo californiano que volvió a casa pasando por el giro del Pacífico Norte cuando se encontró con esta masa de basura, que en la actualidad tiene una dimensión que triplica la de Francia. La mayoría del plástico que lo conforma proviene de las redes que se usan para pescar, además de productos como bastoncillos, bolsas o cepillos de dientes.

Los arrecifes de coral no pueden pasar desapercibidos. Es uno de los ecosistemas más diversos de la Tierra, y aunque ocupa menos del 1% de la superficie total de los océanos, es el hábitat de 25 % de todas las especies marinas. El exceso de gases de efecto invernadero que está siendo absorbido por los océanos los está acidificando, lo que conlleva el blanqueamiento de los corales, y su muerte. Además, los grandes depredadores están desapareciendo de estos ecosistemas. Y a mí no me dan miedo los tiburones. Me da miedo que no haya tiburones. Que estos seres fundamentales para el mantenimiento del equilibrio de la población de peces desapareciesen tendría consecuencias terribles como la debilitación de los arrecifes de coral. Y esto nos afecta a todos.

Aunque a estas alturas sientas que la situación es crítica, no lo dudes ni un segundo: la esperanza eres tú. Somos nosotros. Es nuestra generación. La última generación que puede salvar al planeta. Hay un millón de cosas que podemos hacer para contribuir, y algunas de ellas son tan sencillas como: tener una dieta basada en plantas, coger menos aviones, caminar más, reciclar, rechazar los plásticos de un solo uso, asistir a una recogida de plásticos, plantar árboles y donar a organizaciones que cuidan a los océanos, como por ejemplo Coral Restoration Fundation o Turtle Conservacy.

Proteger al planeta pasa ineludiblemente por proteger la biodiversidad que contribuye a la estabilidad de los ecosistemas. Para ello, preservar la salud de nuestros océanos es imprescindible. El mundo no puede operar sin un mar sano. Y nosotros tampoco. El 8 de junio es el día Internacional del Océano. Hagamos juntos que todos los días sean 8 de junio.

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Este es uno de los trabajos ganadores o finalistas del II Concurso de Redacción Periodística para Jóvenes de National Geographic España y RBA Libros, dedicado a los océanos. Aquí podéis consultar la lista completa de los trabajos premiados y seleccionados por el jurado.