Amarena, un ejemplar hembra de oso pardo de los Apeninos, murió tras recibir un disparo por parte de un vecino de San Benedetto dei Marsi, en el centro de Italia. El evento se suma, en un mismo fin de semana, a la trágica pérdida de un lince ibérico reintroducido en Lorca, también abatido por el impacto de una bala.
La osa pertenecía al Parque Nacional de Abruzzo, Lazio y Molise, dedicado a la protección y preservación de especies que habitan los bosques septentrionales de Europa. Al albergar en su territorio 24 municipios, la convivencia entre osos, lobos o ciervos con humanos es habitual, aunque hasta el momento "nunca había generado problemas para el hombre", según expone el Parque en un comunicado oficial.
Los dos cachorros de Amarena, que tienen 8 meses de edad, paseaban con ella cuando tuvo lugar el incidente, lo cual conmociona todavía más a la población italiana. Ahora, la investigación no solo se centra en determinar las circunstancias exactas de la muerte de la osa, sino también en encontrar a los dos ejemplares cachorros que continúan perdidos en el campo circundante.
Una subespecie en peligro de extinción
El oso pardo de los Apeninos es una subespecie no agresiva y endémica de Italia. Se calcula que actualmente existen solo 40 ejemplares y todos ellos habitan en el Parque Nacional de Abruzzo, por lo que es considerado animal en peligro de extinción.
Amarena tenía 10 años y también era la madre de Juan Carrito, un osezno de 4 años que se convirtió en un icono del parque por protagonizar incursiones curiosas en la civilización: en 2021, copó los titulares internacionales al irrumpir en una panadería para comer galletas. Pero lamentablemente, en enero de 2023 el pequeño fue atropellado cerca de la localidad de Roccarasso.
Parco Nazionale d'Abruzzo, Lazio e Molise
Ni este ni otros ejemplares de oso pardo de los Apeninos son un peligro para los humanos. De hecho, se trata de una especie solitaria y tranquila, que solo ataca en caso de estar asustada o sentirse amenazada. Es por ello que el contexto de la reciente muerte ha consternado a la dirección del parque y a las organizaciones animalistas: el autor de los hechos habría disparado con una escopeta a la osa, que se encontraba junto a sus cachorros dentro del jardín de la casa para cazar pollos y gallinas, según las propias declaraciones del acusado.
Un día más tarde del acontecimiento, los servicios forestales, guardaparques, biólogos y veterinarios están trabajando para evitar que un suceso similar se repita. Además, con la colaboración de expertos internacionales especializados en la búsqueda de cachorros huérfanos, las autoridades están volcadas en el objetivo de hallar con vida a los dos cachorros, que podrían estar desorientados y asustados por haber perdido a su madre.
¿Es posible la convivencia entre osos y humanos?
Las comunidades locales de los Apeninos centrales han convivido históricamente con una población autóctona de osos pardos. La relación entre ambas especies en esta región no solo ha sido siempre positiva, sino única en Italia y en Europa.
Parco Nazionale d'Abruzzo, Lazio e Molise
El oso marsicano es una subespecie no agresiva de oso pardo.
Aun así, un reciente estudio realizado en el Parque Nacional de Abruzzo por científicos conservacionistas de la Universidad Sapienza y publicado en el Journal for Nature Conservation revela que, a pesar de que la comunidad humana muestra una gran aceptación a la hora de cohabitar con los úrsidos, se necesita más implicación para proteger al oso pardo autóctono, especialmente por parte de pastores y cazadores, quienes se muestran menos dispuestos a modificar sus prácticas para reducir el posible impacto negativo en la supervivencia de la especie.
Las muertes de Juan Carrito y de Amarena ponen de manifiesto la urgencia de reforzar el compromiso común para garantizar el bienestar de todos los seres vivos que habitan en el Parque Nacional de Abruzzo. Y, por otro lado, a pesar de la triste pérdida de estos ejemplares de oso pardo, las autoridades mantienen la esperanza de encontrar a los cachorros y poder dar a la población italiana un final parcialmente feliz.