Con la llegada de la primavera los campos se tiñen de verde mientras los rayos del sol se desperezan, perdiendo la timidez propia de los meses invernales. El ciclo de la vida se prepara para el fin de un necesario ciclo de letargo. Se encienden las luces, el show está a punto de comenzar.
En países como España, la primavera marca la llegada del espectáculo anual en el que la naturaleza se abre paso sin encontrar oposición. Las ramas vacías dejan su lugar a un estallido de vida de color verde intenso, la vegetación caducifolia se viste de gala y especies como el oso pardo, el lince ibérico o la mariposa arlequín hacen acto de presencia.
Esta última especie, endémica de la península Ibérica y el sur de Francia, adelanta su llegada cada primavera y lo hace por obligación: el calentamiento global está afectando a su ciclo de crecimiento.