Curiosidades sobre el elefante de sabana que quizás no conocías

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Sergi Alcalde National Geographic
Sergi Alcalde

Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente

El elefante africano de sabana (Loxodonta africana) es el mamífero terrestre más grande del mundo y la mayor de las tres especies de elefantes existentes. Los ejemplares adultos pueden alcanzar los 4 metros de altura y pesar hasta 6 toneladas. Como herbívoros, pasan gran parte del día buscando comida, pues se calcula que necesitan comer unos 160 kilos de vegetación al día. Pero estos animales majestuosos están desapareciendo como consecuencia de la caza furtiva y la desaparición del hábitat. Mostramos aquí algunas peculiaridades de estos gigantes de la sabana. 

 

El elefante de sabana no es el único elefante africano

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El elefante de sabana no es el único elefante africano

El elefante de sabana (Loxodonta africana) es una de las dos especies de elefantes que existen en África. El otro es el elefante de bosque (Loxodonta cyclotis). Los de sabana son más grandes que sus primos hermanos, y habitan zonas de sabana, praderas y bosques de toda el África subsahariana. Tienen un aspecto característico, con grandes orejas caídas, una larga trompa y colmillos que utilizan para diversos fines, como excavar en busca de agua o comida, así como defensa. En cambio, los elefantes de la selva son más pequeños y esbeltos, con unas orejas más pequeñas, una trompa más corta y unos colmillos más rectos y finos. Se encuentran en las densas selvas tropicales de África central y occidental y están adaptados a la vida en la selva, con patas más aptas para terrenos blandos y húmedos y una dieta compuesta principalmente por hojas y pequeñas ramas. Ambas especies comparten un destino incierto, y es que están en peligro debido a la pérdida de  hábitat y a la caza furtiva por sus colmillos de marfil.

Sus grandes orejas les sirven para regular la temperatura corporal

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Sus grandes orejas les sirven para regular la temperatura corporal

Una de las características más destacadas de los elefantes de sabana es, sin duda, su enorme trompa y sus grandes orejas. Las orejas miden unos 183 centímetros de largo por 114 centímetros de ancho, mucho más grandes que las del elefante asiático, que solo alcanzan los 60 centímetros de largo. El gran tamaño de las orejas es de gran ayuda a la hora de regular la temperatura corporal. Por ejemplo, pueden agitarlas para refrescarse, pues, a pesar de ser animales de sangre fría, los elefantes carecen de un sistema de termorregulación, como puede ser el sudor. Además, los vasos sanguíneos de las orejas se dilatan, lo que les ayuda a disipar el exceso de calor acumulado en el resto del cuerpo, algo muy útil para soportar las tórridas temperaturas de la sabana africana. 

Tiene un período de gestación muy largo

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Tiene un período de gestación muy largo

El elefante es el mamífero que tiene un período de gestación más largo: dura unos 22 meses. Esto se debe principalmente al gran tamaño y la complejidad de sus sistemas reproductivos. Los machos alcanzan la madurez sexual alrededor de los 20 años de edad, aunque las hembras pueden ser fértiles a partir de los 11 años. Sin embargo, una vez paren, esperarán unos 4 o 5 años antes de volver a reproducirse. El nacimiento de una cría es interpretado como un acontecimiento importante dentro de la manada, con lo que la madre suele recibir apoyo de los demás miembros de esa gran familia, no solo en el momento del parto, sino también en la crianza. 

Desempeña un papel clave para el mantenimiento de los ecosistemas

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Desempeña un papel clave para el mantenimiento de los ecosistemas

Los elefantes de sabana desempeñan  funciones muy importantes para los ecosistemas en los que habitan. Por ejemplo, son grandes dispensadores de semillas. Al consumir una gran variedad de plantas y frutos, excretan y dispersan las semillas por el territorio, lo que contribuye a aumentar la biodiversidad de las plantas de las que se alimentan. Además, crean y mantienen hábitats, pues despejan zonas de vegetación y crean caminos por donde pueden pasar otros animales. Por ejemplo, como consecuencia de su actividad se pueden crear zonas abiertas aptas para pastizales, que a su vez pueden proporcionar hábitat a otros herbívoros. Otro de los beneficios es la alteración del suelo. Pueden ayudar a remover el terreno, lo que ayuda a aumentar la fertilidad, algo que redunda en la biodiversidad de todo el ecosistema. 

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Forman grandes sociedades matriarcales

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Forman grandes sociedades matriarcales

Los elefantes son animales muy sociales que viven en grandes manadas lideradas por una matriarca, que suele ser la hembra más vieja y experimentada del grupo. El tamaño de estas manadas puede variar desde unos pocos individuos hasta más de 100 ejemplares, y suelen estar formadas por hembras emparentadas entre sí y por sus crías. La matriarca desempeña un papel crucial en la manada, tomará las decisiones más cruciales, entre ellas la búsqueda de alimento o la protección del grupo. También sirve de mentora a las hembras más jóvenes, a las que enseña habilidades y transmite sus conocimientos sobre el entorno. Los machos de la  suelen tener una vida solitaria, aunque a veces forman sus propios grupos. Abandonan el grupo al llegar a la adolescencia, aunque regresan en época de apareamiento.

Es una especie gravemente amenazada

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Es una especie gravemente amenazada

Según la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el elefante africano está clasificado como especie "En peligro", en algunos lugares, ‘en peligro de extinción’. La razón de esta doble clasificación es que en algunos países la caza sigue siendo legal, a pesar de las prohibiciones internacionales. Los elefantes se trafican por sus pieles, pelajes, colmillos y carne. A pesar de que el comercio de marfil se prohibió en 1989, esta actividad todavía no ha desaparecido, y se estima que se duplicó entre los años 2007 y 2014. La otra razón que explica el acusado declive de estos animales tan emblemáticos es la acusasda pérdida de hábitat debido al desarrollo de actividades humanas.